Las mujeres resisten mejor las rupturas que los hombres

Tarde o temprano todos pasamos por la amarga experiencia de terminar con una pareja. Después de creer haber encontrado el amor de nuestra vida, haber hecho planes y hasta haber pensado en los nombres de los futuros hijos, la burbuja colapsa y todo se viene al piso.

Entre la gran variedad de emociones que se pueden llegar a sentir, es probable ir desde la rabia hasta el desconsuelo en un instante. Es usual caer en trampas mentales en las que de repente ese ex con el que ya venías teniendo problemas, es ahora el hombre o la mujer ideal para ti y la relación en la que eras infeliz la ves como si hubiera sido perfecta. El hecho de que nunca te contestara los mensajes empiezas a verlo como un intento suyo por 'estimular tu independencia' y no al completo desinterés por lo que pasara contigo, como lo sentiste durante los últimos meses de relación, o los celos excesivos que te enfadaban, ahora resultan una demostración de cariño.

Puede que estos ejemplos no sean tu caso pero si te has sentido enceguecido por el dolor no eres el único.

Amar sí duele, está comprobado

A nadie le gusta la sensación de abandono o pérdida, pero hay que buscar un poco de perspectiva.

Perder al príncipe azul

Con el corazón golpeado experimentamos lo que algunos llaman 'atracción por frustración', que es en palabras simples la incapacidad de recordar con objetividad los defectos del otro y elevarlo a un pedestal donde a lo lejos lo ves como la única persona con quien podrías ser feliz (cosa que no es cierta).

Quizá lo mejor que pudo haberte pasado era perder esta relación y es cuestión de tiempo el que te des cuenta.

Quién tuvo la culpa

A pesar de ver todos los síntomas de que la relación está llegando a su fin al terminarla el desconsuelo y la impotencia nos juegan una mala pasada y tal como en las películas, asumimos inconscientemente roles de víctima y victimario.

Es casi seguro que de lado y lado se habrán cometido errores o definitivamente uno de los dos realmente falló, pero eso realmente no cambia que la relación se terminó. Ante un dolor de estos queremos respuestas y es ahí cuando los psicólogos nos aconsejan detenernos.

Terminar una relación es cosa de sentimientos y no de racionalidades, así que es absurdo buscar respuestas concretas y lo que logramos es prolongar la agonía. En medio de la crisis es difícil no intentarlo, pero ten en cuenta que aunque existieran esas respuestas el dolor no se mitigaría con ellas.

¿Mejor mal acompañados que solos?

Claro que no. Identifica si estás en una relación tóxica. En pleno duelo piensa si realmente extrañas a esa persona o si más bien extrañas la vida que habías construido con ella. La estabilidad nos genera tranquilidad y los cambios como el paso a estar solos, aunque sean lo mejor, asustan a más de uno.

Ver que el mundo se te ha derrumbado es una sensación natural pero no definitiva. Todo es pasajero.

Las mujeres salen mejor libradas

El corazón roto al haber terminado una relación sentimental puede manifiestarse en dolores físicos y en ellas suelen ser más elevados. Desde el punto de vista antropológico hay una razón para esta reacción: Una mujer instintivamente es más selectiva al buscar pareja, pues antes se trataba de elegir al mejor candidato para tener hijos y al tener filtros más altos el apego es generalmente más fuerte.

No obstante se ha probado que gracias a que ser suelen ser abiertas y desahogarse más con sus amigas, las mujeres son más rápidas para afrontar una ruptura lo que las hace 'mejores' para superarlas.

Cuando existe un dolor lo más sano es hablar de él pues una herida emocional también puede 'infectarse' sino se atiende. Como vimos antes, no es que les sea fácil pero ellas atienden su dolor casi que de inmediato iniciando su proceso de recuperación pronto mientras que ellos van más lentamente en la digestión de lo que están sintiendo.

Buscar ayuda y expresar lo que sientes es lo más sano y en eso las mujeres le llevan ventaja a los caballeros. Si tienes dificultades para hacerlo busca atención experta para trabajar en el tema.

Si eres mujer sientes un inmenso choque al terminar y el dolor se ubica en primer plano. Si eres hombre puede que sientas también mucho dolor pero tu rutina continua con más facilidad y la sensación de vacío la vas sintiendo con el paso de los días. Algo así como que si ellas sienten la ruptura con intensidad, ellos la sienten con más eco.

La reacción del hombre

Investigaciones universitarias publicadas en la revista especializada 'Evolutionary Behavioural Sciences', aseguran que mientras las damas se vuelven más fuertes emocionalmente a través de una ruptura los señores en muchos casos siguen adelante sin superar realmente lo sucedido.

Para una mujer que el paso a seguir es retomar proyectos o hobbies que había puesto en pausa y que le ayudan a irse recuperando. Para un hombre, que probablemente no había cambiado mucho sus actividades, la rutina sigue y en ella es fácil tropezarse seguido con la ausencia de quien fuera su pareja.

El problema del hombre es dejar asuntos no resueltos que se convertirán en cargas difíciles de llevar en su búsqueda de felicidad.

Antes de llegar a los 30 años la mayoría de personas habrán terminado unas 3 relaciones amorosas. Lo aconsejable es aceptar que a veces no hay punto de retorno y lo más saludable es no desgastarse ni poner en peligro la autoestima cuando los errores ya han quedado atrás.

Ten en cuenta estos consejos para mejorar tu autoestima.

En la efectividad con que se supere una ruptura amorosa no hay ganadores porque no es una competencia, sino una necesidad. Aunque estemos mejor o peor 'preparados', este salto no deja de ser un bache donde es útil algo de ayuda. Si estás terminando una relación de pareja o parece que vas en esa dirección, intenta mantener la calma pues lo importante es la actitud con la que asumas esta etapa.

No eres ni el primero ni el último en atravesar un adiós, pero la manera de afrontarlo sí que será definitivo para ti. Tómalo como una lección de la vida, seguro habrá algo que puedas aprender.

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