Respetar el cuerpo desde la infancia

​Como seres humanos debemos aprender a aceptar y ver con amor el cuerpo que Dios nos dio o con el cual nacimos. Existen diferencias externas e internas que nos identifican.

20 NOV 2018 · Lectura: min.
Respetar el cuerpo desde la infancia

Como seres humanos debemos aprender aceptar y ver con amor el cuerpo que Dios nos dio o con el cual nacimos. Existen diferencias externas e internas que nos identifican como hombres y mujeres; además existen ciertas características, pensamientos, comportamientos, conductas, pensamientos, reacciones emocionales, etc, que separan el género femenino del masculino y a la inversa.

Si vemos con amor, respeto, con total normalidad, sencillez (sin morbo) nuestro cuerpo y sus reacciones físicas, emocionales que alteran nuestro sentir, relacionarse con otras personas o con el contexto, todo sería diferente, pues el morbo desaparece y principios como el respeto priman en la manera de interactuar con nosotros mismos y con las demás personas. Sobre todo la información que proviene del contexto se manejaría de una manera más calmada sin mal intención.

Desde que nacemos se inicia una exploración o conocimiento de aprender qué se siente desde que los padres les limpian las partes íntimas a sus hijos (genitales), o lo que cada infante siente cada vez que se ve su órgano o se lo limpia, el explorar si otros aparte de papá, mamá, hermanos tienen lo mismo. El reconocer qué se siente con cada cambio del cuerpo o acontecimiento que vemos (dentro del hogar como información que se filtra desde el contexto "redes sociales" o comentarios externos).

Todos estos factores se deben tener presente para poder hablarles y darle respuestas a las inquietudes que los infantes se les originen. Si desde que nacen, a los niños se les habla normal enseñándoles cada parte comentándoles mientras lo limpian que cada parte se debe cuidar y hacer respetar que solo son de ellos, si cada padre o adulto limpia a su hijo con amor, respeto y no con repulsión u otra sensación. El infante, aunque sea un bebé, va captando en su chip interno todo lo que se le dice o extrae de su alrededor. Y si se les explica cada vez que van creciendo los diferentes cambios que van teniendo a nivel corporal como hormonal y emocional.

Se les debe explicar, aclarar que las demostraciones afectivas se manifiestan con respeto y amor. A los niños se les puede aclarar que cada edad tiene su tiempo oportuno para brindar ciertas caricias y demostraciones afectivas. A medida que crecen los pros y los contras de todo lo que puede provocar ciertas caricias y el hecho de tener relaciones sexuales antes de su cuerpo este formado y que tenga una madurez emocional como mental. Aparte de todo lo que concierne un embarazo y los cuidados de un bebé.

Para poder contextualizar, prevenir y enseñarles a sus hijos la adecuada manera de respetar su cuerpo y el de los otros , es importante generar una ambiente confianza donde los infantes puedan expresarse libremente y los adultos de una manera oportuna sin ruborizarse, sin morbo poder responder con sinceridad y calmadamente las inquietudes de estos infantes, futuros adultos.

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Escrito por

Sandra Elena López Díaz

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