La comunicación ante un diagnóstico oncológico

Los tiempos han cambiado y ya es poco usual que los médicos oncólogos trabajen solos en especial en los países desarrollados, donde múltiples estudios han demostrado que el trabajo en equipo de manera holística está generando mejores resultados. Tal es caso del Reino Unido y Australia.

Han encontrado que incluir en el equipo no sólo los miembros médicos especialistas, sino también personal sanitario diferente, generan un campo más amplio y permite una mejor contextualización del paciente a tratar no tebiéndose en cuenta sólo la enfermedad y sus fases.

Al contar con un equipo interdisciplinario en el cual están los médicos: oncológicos, clínica del dolor, internistas, cirujanos y el personal sanitario como: enfermería oncología, psicooncología, radiología, filoterapia, y trabajo social, entre otros, se han logrado determinar mejoras en los proceso de tratamiento, supervivencia y calidad de vida. Esto debido a que los profesionales sanitarios tienen siempre mucho que aportar en el manejo del paciente oncológico y a los médicos.

El psicooncologo en la cotidianidad del proceso, ha de estar siempre presente ya que, es altamente reconocido, que la dimensión psicológica juega un papel fundamental el desempeño, adhesión al tratamiento, evolución del paciente, de la enfermedad, y en fin, de toda la persona misma.

El psicooncologo se convierte en un mediador que acompaña a la persona en su proceso, permitiendo que exprese tanto sus inquietudes para comprender, como aquellas en las que requiere ser comprendido, cubriendo necesidades de comunicación, afecto, y emoción básicas en cada uno como individuo particular y permitiendo extenderse a sus familias.

Es evidente que ante el diagnóstico de Cáncer todos como persona que somos entramos en shock, y la información adicional previa o posterior a ésta que gentilmente ofrece el médico, deja de tener una verdadera compresión. De ahí que lo ideal es cuente con un apoyo psicooncológico que le acompañe permitiendo decantar la información, para luego explicar nuevamente de manera sencilla las indicaciones médicas, incluyendo la opción de analizar cada uno. Así se valoran los pro y los contra para tomar una decisión consciente, y así mismo continuar durante el proceso de la enfermedad misma.

Como dice una de mis pacientes:

"Nos ayudó a superar etapas del proceso que no son fáciles. A ver las cosas más objetivamente, sin brindar falsas expectativas, y hablando las cosas de manera clara y concisa sin dejar a un lado la parte humana" (Ángela Castro).

Es permitirse entonces contar con un apoyo y acompañamiento psicoterapéutico especializado que ayude a una mejor calidad de vida durante el proceso de enfermedad, recuperación o bien fallecimiento para morir dignamente y acompañado del afecto de sus seres amados.

Tristemente en nuestro país, todavía se desvaloriza la función que cumple el personal sanitario frente a los médicos, y se evidencia de dos formas. Hay aún algunos médicos quienes suelen asumir una posición de preponderancia, olvidando que el paciente es mucho más que la enfermedad o las fases mismas de la enfermedad a tratar, centrándose exclusivamente en este aspecto. Y por el otro lado, el sistema de salud (ESP) no proveé la posibilidad de que haya un equipo interdisciplinario completo, que apoye a quién es diagnosticado con cáncer (se limitan a medicina oncológica, cirugía, radioterapia y enfermería), dejando de lado los demás profesionales.

Sólo quien está en fase terminal tiene opciones de acceder a este servicio por ESP; propiciando así que exista un bajo conocimiento entre la población de personas con cáncer, de que pueden contar con este tipo de profesional, que de acuerdo con las múltiples investigaciones, la estabilidad emocional favorece a la persona en sus diferentes etapas de la enfermedad.

MaríaTeresa Geithner

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