El remedio contra la depresión, al alcance de la mano

Los trastornos depresivos son mucho más comunes de lo que se cree: esa sensación de no tener nada por qué luchar, la pereza de emprender proyectos o de salvar una relación de pareja, las ganas constantes de "desconectar" de la realidad y una tristeza permanente, inexplicable, describen a la persona con depresión.

La depresión es una verdadera enfermedad que debe tratarse a tiempo, porque a medida que pasa el tiempo, se puede incrementar con cuadros de ansiedad o angustia que no nos deja continuar nuestra vida cotidiana de manera sana y equilibrada.

Ten en cuenta que la ansiedad es un trastorno más común de lo que cree

Además de la intervención de un profesional de la psicología, el tratamiento para la depresión parte de la voluntad del paciente.

En este sentido, el profesor de Psicología de la Universidad de Texas, James Pennebaker, constató que hay un método tan sencillo como eficaz para salir de la depresión. Él mismo lo experimentó cuando se deprmió, después de un divorcio. Pennebaker empezó a aislarse del mundo, bebiendo alcohol y sufriendo ataques de ansiedad, así que un buen día decidió parar y ponerse a escribir.

Lápiz y papel en mano, el profesor se dedicó cada día a escribir sobre sus sentimientos, su relación de pareja, sus opiniones y sus ideas acerca de la vida sexual, de la amistad, de la muerte, de la familia y del trabajo. El resultado fue un cuaderno lleno de reflexiones que le ayudaron a salir de la depresión y sentirse más positivo respecto a la vida.

Toda una terapia

Consciente de que el ejercicio de escribir le había salvado la vida, el doctor Pennebaker decidió hacer una investigación científica sobre el asunto. Fueron varios años en los que comparó los textos escritos por diferentes grupos de estudio: por una parte, personas a las que se les pedía escribir experiencias que hubieran tenido un importante impacto emocional en sus vidas y, por otra parte, personas que debían escribir sobre sus actividades cotidianas.

El resultado fue sorprendente: el primer grupo comenzaba escribiendo hechos triviales, intrascendentes, pero poco a poco iban revelando historias complejas sobre su pasado o sus sentimientos (duelos, separaciones, abusos, recuerdos dolorosos, etc). El grupo fue notando una mejora en su salud mental y en sus relaciones sociales.

De otro lado, las personas que escribían sobre actividades cotidianas como coger el bus para ir al trabajo, lo que compraron hoy en el supermercado o lo que hicieron con sus hijos al salir del colegio no reportaron mayores cambios en su terapia y, en la mayoría de los casos, decidieron abandonar la tarea de escribir.

Las conclusiones de los estudios de Pennebaker apuntan a que las personas que están deprimidas tienden a exteriorizar más sus sentimientos cuando pueden describirlos de forma escrita. Además, el ejercicio de escribir a diario ayuda a identificar y controlar las propias emociones y permite organizar mejor las ideas y pensamientos.

Un ejercicio diario

De manera que si sabes de alguien que está deprimido o tú mismo estás pasando por una etapa de angustia y tiendes a la depresión, puedes seguir estas recomendaciones, basadas en las investigaciones del doctor Pennebaker:

• Dedica 20 minutos diarios a escribir. Un cronómetro o un reloj te pueden guiar en los primeros días, pero luego verás que "soltar la mano" es tan sano, que escribirás cada vez más tiempo.
• Coge una libreta o un bloc para esta tarea. Escribir a mano supone un ejercicio mental que aporta mucho a tu coordinación cerebral y te permite enfocar mejor tus ideas.
• Olvídate de la puntuación y la ortografía. El objetivo es desahogarse, dejar fluir las ideas y plasmarlas en el papel.
• Si has escrito sobre tus sentimientos negativos y has dado rienda suelta a tu tristeza, dejando todo por escrito, no hace falta releerlo. Puedes arrancar la hoja y botarla a la basura. El ejercicio consiste en poner los sentimientos por escrito, sacarlos de tu interior y luego, desecharlos.

Al cabo de unas semanas notarás que estás enfocando de forma diferente los problemas y que estás reflexionando de manera más profunda sobre tus sentimientos.

Por supuesto, siempre es recomendable complementar este ejercicio de escritura con el acompañamiento de un psicólogo profesional.

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