Personalidades que fracasan en el ámbito laboral

Hoy en día se exige más habilidad social que técnica para destacar en el trabajo. Los reclutadores de personal saben que hay ciertas personalidades que fracasan en el ámbito laboral.

29 NOV 2016 · Lectura: min.
Si te identificas con alguna de estas personalidades, estás a tiempo de mejorar esos aspectos de tu personalidad que te impiden brillar en el ámbito laboral. Recuerda que la inteligencia emocional puede entrenarse.

Muchas veces nos preguntamos por qué si nuestra hoja de vida es perfecta para un puesto, no nos eligen. La respuesta puede estar en nuestras habilidades sociales y comunicativas, cada vez más valoradas por los reclutadores de recursos humanos y personal.

En una entrevista de trabajo, el psicólogo organizacional no sólo revisará los logros académicos y puestos anteriores del interesado sino que valorará con más puntos la capacidad de diálogo, negociación y empatía del entrevistado. Ojo: muchos aspectos de la personalidad cuentan mucho más que los conocimientos técnicos a la hora de brillar en un puesto de trabajo.

Según el economista de la Universidad de Harvard, David Deming, las personas que carecen de habilidades sociales desentonan en el ritmo actual de las empresas. Deming ha estudiado los cambios laborales desde 1980 y ha llegado a la conclusión de que los salarios han aumentado más en los puestos que requieren mayores habilidades sociales y, además, que las tareas que requieren un conocimiento técnico específico han decaído notablemente. El planteamiento parece ser sencillo: si varios candidatos a un mismo puesto llegan formados, básicamente, con los mismos conocimientos, lo importante será la diferencia que marquen en el momento de dar respuesta a problemas cotidianos de convivencia, resolución de conflictos o liderazgo.

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Pero, ¿cuáles son las carencias personales que hacen que se fracase en los puestos de trabajo? Según Deming, son 9 estilos personales o características que no pueden triunfar en el mundo laboral actual. Si te identificas con alguna de ellas, estás a tiempo de hacer autocrítica y mejorar esos aspectos de tu personalidad que te impiden brillar en el ámbito laboral. Recuerda que la inteligencia emocional puede entrenarse y mejorarse.

1. El dementor. El nombre se toma de las novelas de Harry Potter y describe a las personas que succionan el alma de los demás. En una palabra, son personas tóxicas: critican, envidian, son pesimistas, no valoran los logros colectivos ni mucho menos individuales... Son personas negativas que inundan el ambiente con su mala energía.

2. El cobarde. La gente que se deja llevar por el miedo, en el ámbito laboral, no aceptan sus errores. Es más, prefieren ocultarlos antes de aceptar que han incurrido en una falta o que se han equivocado en algo. Esto, a la larga, perjudica el desempeño del equipo.

3. El arrogante. En el lado contrario, tenemos al arrogante, que siempre está alardeando de sus logros (sean reales o imaginarios). Están en desacuerdo con el equipo, cree que el mundo está en su contra y no aceptan críticas.

4. El borrego. Prefiere no cambiar el modus operandi de la empresa o de su área de trabajo. Si siempre "se ha hecho así", ¿para qué innovar? Huye a las nuevas ideas, no le gusta pensar de modo diferente y esto obstaculiza los cambios que se quieran implementar.

5. El quejumbroso. Para todo hay una queja, un no, una excusa. Siempre está pidiendo oportunidades y cuando se las dan, no las aprovecha porque encuentra un nuevo motivo para quejarse.

6. El temperamental. La culpa de lo malo que sucedió (o que pueda suceder) siempre es de factores externos. Los demás miembros de su equipo, las circunstancias, el ritmo de la economía, las directivas... siempre hay algo superior que le daña el día y, por tanto, su rendimiento laboral.

7. El victimista. Al igual que el temperamental, achaca sus problemas a los demás, solo que en este caso prefiere hundirse en la depresión. No actúa, no se defiende, no ataca. Simplemente, se quedan estancados. No ven los problemas como oportunidades sino como obstáculos.

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8. El ingenuo. No cuestiona ni critica ni propone. Es una personalidad a la que le cuesta decir que no cuando no está de acuerdo con algo y cree que todo está bien porque fluye de una manera armónica. No encuentra conflicto en ninguna situación y tampoco propone nuevas ideas (aunque las piense).

9. El inseguro. Siempre está pidiendo perdón por sus errores o formula sus ideas en forma de pregunta. Le falta confianza en sí mismo para hacer propuestas o compartir ideas que considera importantes.

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Revisado: Mariana Garavito

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