Aumentan casos de maltrato psicológico infantil

La conmemoración del Día internacional de los niños víctimas inocentes de agresión (4 de junio) es un buen momento para recordar que Colombia sigue registrando altos índices de maltrato y violencia contra los menores. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) investiga, en promedio, unos 94.000 casos anuales, la mayoría de los cuales corresponde a violencia sexual y maltrato infantil.

Pero, ¿qué es exactamente el maltrato infantil? La Organización Mundial de la Salud considera que violar los derechos y la integridad de un menor de edad es un abanico amplio de situaciones y problemáticas:

Los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de pareja también se incluye a veces entre las formas de maltrato infantil.

De manera que los golpes y la violencia sexual pueden ser las manifestaciones más visibles del maltrato infantil, pero no son los únicos. El maltrato psicológico, la desatención y la negligencia también afectan la salud mental y el desarrollo de los niños.

Negligencia y desatención

Los psicólogos están encontrando cada vez más casos de 'padres presentes pero ausentes', es decir, padres de familia que están en casa, que no han abandonado el hogar pero que se desentienden de las necesidades de sus hijos o no se involucran en su educación. En la mayoría de los casos se trata de padres o madres que soportan altos niveles de estrés porque solo tienen tiempo para trabajar y llegan exhaustos a casa.

Los centros escolares califican como "negligencia y desatención" aquellos casos en los que papá o mamá (o ambos) se alejan del pequeño y por tanto, no se enteran de sus progresos o problemas en el colegio; no apoyan al niño emocionalmente o le delegan a los profesores muchas funciones que deberían asumir ellos.

Los psicólogos escolares hablan de niños que llegan reiteradamente tarde a clase, bajan su rendimiento escolar, se tornan agresivos con los compañeros o educadores, no atienden las órdenes; se muestran indiferentes, rebeldes e irritables... Y cuando el colegio intenta contactar a los padres, también se encuentra con una barrera en la comunicación o una indiferencia manifiesta.

Hay soluciones

Los psicólogos recomiendan a los padres que se distribuyan la responsabilidad de los hijos para que la presión no recaiga sólo sobre uno de ellos. También insisten en que los padres deben asumir la importancia que tienen en el desarrollo emocional de sus hijos, y no deben delegar exclusivamente en maestros, abuelos o empleados. La figura paterna y materna son esenciales para los niños y si uno de los padres está ausente, el otro debe procurar combinar sus horarios laborales y familiares, para darle calidad de tiempo a su hijo.

El diálogo con los niños es muy importante porque genera vínculos emocionales intensos. También se recomienda dedicar los fines de semana a la familia y olvidarse del celular o las ocupaciones laborales.

La desatención y la negligencia, advierten los psicólogos, genera secuelas graves en la vida del niño, porque crecerá con inseguridad y miedo a perder cualquier tipo de relación o no será capaz de involucrarse afectivamente en su vida adulta.

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