Padres, pieza clave en la construcción de la autoestima

Aunque la autoestima puede convertirse en un tema repetitivo, ¿entiendo la importancia de mi actitud como padre o madre para influir en la autoestima de mis hijos?

12 MAY 2016 · Lectura: min.
La sobreexigencia proyecta que sus habilidades no son suficientes para alcanzar las metas que se propone y así es como se crean personas perfeccionistas y poco satisfechas con su autopercepción.

Existen numerosos artículos relacionados con la autoestima, pero ¿realmente entendemos que soy yo como padre o madre el que construye la base de la autoestima saludable en mi hijo?

Iniciemos con dos conceptos claves:

  • Autoconcepto es la percepción que tengo de mí mismo: cualidades, gustos, defectos, etc.
  • Autoestima es el valor que le doy a ese autoconcepto.

A lo largo de los años iremos formando el "ideal del yo", es decir, qué es lo que admiro de los demás y cómo me gustaría ser; pero si el "ideal del yo" dista significativamente de mi autopercepción, mi autoestima se verá gravemente afectada.

Las nuevas tecnologías pueden ayudar a fortalecer la autoestima

El desarrollo de la autoestima se inicia en la etapa perinatal y se consolidará en los siguientes estadios evolutivos:

  • Recién nacido: el amamantar, las caricias y las miradas, en conjunto con el deseo y cuidado durante el proceso de gestación previamente experimentado, son elementos fundamentales para la confianza básica del niño.
  • Dos años: las acciones del niño se encuentran motivadas por una meta específica, por lo tanto el fortalecimiento de su autoestima dependerá de la aprobación que percibe del entorno y la consecución de metas.
  • Etapa escolar: el rendimiento académico y las relaciones con sus pares son los elementos más influyentes en este periodo. Ambas se encuentran interconectadas con las estrategias implementadas en el sistema familiar.

Si el niño ha presenciado situaciones de rechazo, violencia y pobres mecanismos de comunicación y expresión afectiva, las herramientas para

defenderse asertivamente en la vida serán escasas y la autopercepción será poco objetiva. Pero éstas no son las únicas causas:

La sobreprotección envía un mensaje indirecto pero fulminante, entendiendo el niño que sin la ayuda de otra persona no podrá resolver diversas situaciones sean sencillas o no.

La sobreexigencia proyecta que sus habilidades no son suficientes para alcanzar las metas que se propone y así es como se crean personas perfeccionistas y poco satisfechas con su autopercepción.

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Recomendaciones

  • Aprovecha cada oportunidad como padre o madre para expresar amor físico y verbal.
  • Maneja sabiamente la diferencia entre el rechazo a una conducta específica y la aceptación a él como persona.
  • Motívalo a resolver las situaciones por sí mismo, tú no estarás siempre que te necesite.
  • Celébrale cada logro y anímalo a dar lo mejor de sí.
  • No evites los errores, son parte del aprendizaje.
  • Cuida de no poner tus propias frustraciones sobre tu hijo o hija.
  • Revisa tu propia autoestima.
  • No olvides que la principal fuente de motivación en tu hijo eres tú.

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Escrito por

Psicóloga Infanto - Juvenil Johanna Escobar Flórez

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