¿Alguien que me haga feliz?

Resulta común y, tal vez por ello, aceptado como "normal", que las personas alimenten la expectativa de llegar a encontrar una pareja que los haga felices.

Sin embargo, no es extraño que cada día aumente el número de experiencias frustrantes a causa de esta expectativa errónea, porque la salud de una relación afectiva, y más aún, de una relación afectiva de pareja, depende de una previa relación armoniosa consigo mismo, en el contexto de una estima propia saludable.

Solo si partes de tu propia autoestima sabrás que otro ser humano no te puede dar la felicidad, si primero no aprendes a sentirla y disfrutarla contigo mismo. Solo en ese momento podrás comprender que la compañía es una cuestión de elección y no de necesidad.

Si sientes que los problemas de pareja no los pueden solucionar por ustedes mismo, es bueno acudir a ayuda profesional, con un psicólogo experto en Terapia de Pareja.

En caso contrario, se dará un desequilibrio emocional que te llevará a crear un vínculo de dependencia afectiva con tu pareja, en el cual, el amor saludable degenerará en apego, y desde allí comenzarás a permitir su irrespeto y a consentir su maltrato verbal, psicológico o físico porque "lo amas" más que a ti mismo.

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