La Ira, su expresión, manejo y origen.

Uno de los más frecuentes motivos de consulta es la Ira, y sus formas de expresión como violencia y agresividad. Aquí se revisarán algunos puntos a tener en cuenta y cómo puede manejarse.

27 NOV 2018 · Lectura: min.
La Ira, su expresión, manejo y origen.

La ira es una emoción propia del ser humano que surge como reacción al enfrentarnos a un estímulo amenazante que la produce. Cuando entramos en conflicto con algún estímulo, se activan una serie de respuestas que permiten y promueven la defensa, el ataque o la huida, totalmente funcionales para nuestra supervivencia. Sin embargo, esta emoción suele estar presente muy a menudo en algunas personas quienes interpretan como amenazantes algunas conductas externas o situaciones que no cumplen con sus expectativas y generan conflicto aunque, la mayoría de las veces, no representen amenaza para la vida directamente.

Cuando se siente ira frecuentemente se genera un malestar físico y psicológico para el mismo individuo dado que se altera el funcionamiento normal de nuestros ritmos fisiológicos, aumentando el ritmo cardíaco, respiraciones agitadas y superficiales, debilitación del sistema inmunológico, tensión muscular, entre muchas otras y consecuencias en las relaciones sociales, alteración en la memoria, alteración en la atención, mal estar general, etc., invitando a estar a la defensiva la mayor parte del tiempo, es decir en una constante tensión que comúnmente llamamos estrés.

La ira suele expresarse de forma agresiva o violenta, a través de las cuales no solamente nos hacemos daño a nosotros mismos sino a nuestras relaciones (familiares, laborales o sociales) y por supuesto al "otro" con el que interactuamos de ésta manera; pero también existen otras maneras en que esta emoción incómoda pueda liberarse sin causar tanto daño, aunque realmente la idea sería ir lo más profundo posible, a la fuente de lo que la produce en cada individuo, e impedir que se produzca esta emoción a menos que sea realmente en un contexto donde esté en juego nuestra supervivencia.

Si nos enfocamos en las conductas - respuestas que tenemos frente a una situación de ira, hay varias recomendaciones para aprender a gerenciarlas, tales como:

1. El famoso respirar y contar hasta 10... o 20 .. o más ni lo necesitamos.

2. Distraernos inmediatamente con otro tema.

3. Apartarnos del estímulo.

4. Disponer un espacio donde podamos golpear una almohada o un saco de boxeo de tal manera que corporalmente saquemos la emoción.

5. Escribir todo lo que estamos pensando y sintiendo hacia esa situación o persona.

6. Hacer deporte (correr, hacer abdominales, flexiones, etc).

7. Meditar y sentir conscientemente toda la activación de nuestro cuerpo al experimentar esta emoción natural.

Existen muchas más alternativas, y se pueden crear las propias, lo importante es evitar que la respuesta violenta o agresiva se emita, así no agredimos al otro ni dañamos relaciones, y también es importante soltar, sacar, atravesar la emoción que se está sintiendo para que no implote y se se convierta en una patología física o mental para nosotros mismos.

Pero esto solamente es la "pastillita para el dolor de cabeza"… aún no se ha tratado el problema de fondo.. la fuente de lo que hace que esas situaciones nos produzcan ira.

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Ahora el trabajo es indagar en nosotros mismos por qué esa situación o lo que esa persona hizo o dijo (o no hizo o no dijo) causó la ira que sentimos. ¿Realmente el suceso iba en contra de mi supervivencia para que se activaran mis reacciones biológicas? si la respuesta es "no", entonces podemos preguntarnos ¿Qué pensamiento mio fue el detonante para sentirme amenazado? y se empieza con la búsqueda interna del por qué reaccioné con ira, qué esquema mental o qué idea tan profundamente arraigada se sintió amenazada con esa situación, qué significa que el otro haya hecho lo que hizo y no lo que yo esperaba que hiciera?... Cuando encontramos la respuesta podemos seguir indagando a partir de ésta, preguntándonos, por ejemplo,¿... y si es así, qué pasa? frente a la respuesta que se genere de nuevo ... volvemos a hacer la misma pregunta hasta que nos encontremos cara a cara con el mas grande miedo o dolor, lo realmente profundo, esa "herida básica" que queremos mantener guardada y tapada con un montón de ideas y conductas que la compensan, que la "protegen".

Es en este punto, totalmente descubiertos a nosotros mismos donde empieza el trabajo de aceptación y transformación. Es aquí donde puedes buscar apoyo en un experto para iniciar un camino más consciente y con una nueva mirada, de la misma herida pero con otras formas de compensación, más funcionales, menos dañinas para ti mismo.

¡Así que bienvenidos al club de los que queremos sentir nuestras emociones, expresarlas y trabajarlas!.

Ps. Maria Fernanda Medina C.

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Escrito por

Ps. María Fernanda Medina Cuenca

Psicóloga de la Universidad Nacional de Colombia, especialista en niños y adolescentes de la Universidad de la Sabana, postgrado en Neuropsicología de ISEP (España) y coach de la Escuela de Psicología Transpersonal Integral (EPTI - Argentina). Su objetivo es acompañar a cada ser en el reencuentro consigo mismo y modificar la situación por la cual consulta.

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