¿Qué es la bipolaridad?
El trastorno bipolar, también conocido como trastorno afectivo bipolar (TAB) y antiguamente como psicosis maníaco-depresiva (PMD), es un conjunto de trastornos del ánimo que se caracteriza por fluctuaciones notorias en el humor, el pensamiento, el comportamiento, la energía y la capacidad de realizar actividades de la vida diaria.
La persona afectada por este trastorno bipolar alterna su estado de ánimo entre la manía o hipomanía —fase de alegría, exaltación, euforia y grandiosidad— y la depresión, con tristeza, inhibición e ideas de muerte.
Los "altibajos" de una persona bipolar no son iguales que los normales que todos tenemos. Los cambios en el estado de ánimo son más extremos y vienen acompañados de alteraciones en el sueño, el nivel de energía y la capacidad de pensar con claridad. Los síntomas bipolares son tan fuertes que pueden perjudicar las relaciones y dificultar asistir a la escuela o universidad o mantener un trabajo. Esta enfermedad también puede ser peligrosa. Algunas personas con trastorno bipolar intentan hacerse daño o suicidarse.
El trastorno bipolar se puede presentar en cualquier persona. Con frecuencia, los síntomas comienzan a presentarse en la adolescencia tardía o la adultez temprana, pero pueden presentarse en los niños y en los adultos mayores también. Por lo general, la enfermedad dura toda la vida.
¿Cuáles son las causas de la bipolaridad?
No hay una causa única para el trastorno bipolar. El acuerdo científico es que son muchos factores que actúan en conjunto y producen la enfermedad.
Debido a que el trastorno bipolar tiende a prevalecer en las familias, los investigadores han tratado de buscar un gen específico que se transfiera por generaciones y el cual pueda incrementar las posibilidades de una persona de desarrollar la enfermedad. Con ello, la búsqueda mediante investigación de genes sugiere que el trastorno bipolar, como otras enfermedades mentales, no ocurre debido a un solo gen.
Los factores que pueden ser desencadenantes del primer episodio son: tener un pariente consanguíneo (como padre o hermano) con trastorno bipolar, períodos de mucho estrés, como la muerte de un ser querido u otras experiencias traumáticas; y el abuso de alcohol o de drogas
¿Cuáles son los síntomas de la bipolaridad?
Los episodios anímicos del trastorno bipolar incluyen cambios inusuales en el estado de ánimo, además de alteraciones inusuales en los hábitos de dormir, niveles de actividad, pensamientos o comportamiento. Las personas con trastorno bipolar pueden tener episodios maníacos, episodios depresivos o episodios "mixtos".
Los síntomas de un episodio anímico duran una o dos semanas y, a veces, hasta más. Cuando una persona está pasando por uno de estos episodios, los síntomas se presentan todos los días y pueden durarle la mayor parte del día.
Las personas que están teniendo un episodio maníaco pueden:
- Sentirse muy animadas o felices.
- Sentirse nerviosas o aceleradas.
- Tener problemas para dormir.
- Ser más activas que de costumbre.
- Hablar muy rápido sobre muchas cosas diferentes.
- Estar agitadas, irritables o muy sensibles.
- Sentir que sus pensamientos van muy rápido.
- Pensar que pueden hacer muchas cosas a la vez.
- Hacer cosas arriesgadas, como gastar mucho dinero o tener sexo de manera imprudente.
- Las personas que están teniendo un episodio depresivo pueden:
- Sentirse muy decaídas o tristes.
- Dormir demasiado o muy poco.
- Sentirse como que no pueden disfrutar de nada.
- Sentirse preocupadas o vacías.
- Tener problemas para concentrarse.
- Olvidarse mucho las cosas.
- Comer demasiado o muy poco.
- Sentirse cansadas o sin energía.
- Tener dificultad para dormirse.
- Pensar en la muerte o el suicidio.
¿Cuáles son los tipos de bipolaridad?
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, de la Asociación Americana de Psiquiatría, enlista cuatro tipos de trastornos del estado de ánimo, que se ajustan en la categoría de bipolar: trastorno bipolar tipo I, trastorno bipolar tipo II, ciclotimia y trastorno bipolar no especificado.
- Trastorno bipolar tipo I: se da en aquellos individuos que han experimentado un episodio maníaco añadido a un episodio depresivo. Es frecuente que los sujetos también hayan presentado uno o más episodios depresivos mayores.
- Trastorno bipolar tipo II: se caracteriza por episodios de depresión mayor así como al menos un episodio hipomaníaco. Los episodios de hipomanía no llegan a los extremos de la manía.
- Ciclotimia: implica la presencia o historial de numerosos episodios de hipomanía, intercalados con episodios depresivos que no cumplen completamente los criterios para que existan episodios de depresión mayor.
- Trastorno bipolar no especificado: diagnóstico que se utiliza para indicar afecciones bipolares que no encajan en otras categorías mencionadas.
¿Cuáles son las consecuencias de la bipolaridad?
Si no se trata, la bipolaridad puede provocar problemas graves que afectan todos los aspectos de la vida: problemas relacionados con el consumo de alcohol y de drogas, suicidio o intentos de suicidio, líos legales o financieros, relaciones dañadas y un desempeño deficiente en el trabajo o en la escuela.
Quien padece un trastorno bipolar es posible que también tenga otra afección que se deba tratar junto con este. Algunas pueden empeorar los síntomas del trastorno bipolar o hacer que el tratamiento tenga menos éxito. Por ejemplo: trastornos de ansiedad, trastornos de la alimentación, trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y problemas de salud física, como enfermedades cardíacas, tiroides, dolores de cabeza u obesidad.
¿Cómo ayudar a una persona que sufre bipolaridad?
Lo primero que puede hacer es ayudarla a consultar a un médico y obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado, que por lo general comprende medicamentos y psicoterapia. Es posible que usted tenga que hacer la cita y acompañarla a cumplirla.
Otras acciones que puede hacer si conoce a una persona que sufre bipolaridad es: tenerle paciencia, animarla a que hable y escucharla con atención, ser comprensivo cuando tenga sus episodios anímicos; ayudarla a que se divierta y recordarle que el tratamiento correcto la puede ayudar a mejorar.
¿Quién te puede ayudar?
El primer diagnóstico debe realizarlo un médico general. Este se encargará de orientar el tratamiento y apoyarse en el proceso de otros profesionales, psicólogos, psiquiatras, etc. Hay que recordar que no hay cura para el trastorno bipolar, pero el tratamiento puede ayudar a controlar los síntomas.
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