Los pensamientos obsesivos son un círculo vicioso

Hay pensamientos con los que tenemos el mismo 'problema' que con algunas canciones: se nos meten en la cabeza y nos llenan de un sonsonete agotador a lo largo del día. Hasta nuestras canciones favoritas cansan cuando las hemos repetido innumerable cantidad de veces, ¿cuánto más el darle vueltas a un mismo asunto?

Es natural que al pasar por malas experiencias o al experimental dolor, tengamos la tendencia a repasar lo ocurrido y pensar cómo hubiera sido que los resultados o las acciones fuesen distintas. Repasar lo ocurrido puede dejarnos lecciones y análisis interesantes pero revivir, por ejemplo, el momento de una ruptura es como echarle sal a la herida y no darle tiempo ni oportunidad a que sane y cicatrice.

"Somos producto de nuestro pasado, pero no tenemos por qué ser su prisionero".-Rick Warren, autor estadounidense.

Rumiación y obsesión

¿Has visto la típica imagen de un camello que mastica sin parar? Lo que están haciendo se conoce como 'rumiar' y algunos expertos han asociado este verbo a la mala práctica de 'masticar y masticar' un asunto hasta convertirlo en una obsesión.

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'Rumiar' las malas experiencias puede convertirse en un acto involuntario que ni siquiera notamos, pues a veces nos enteramos de que algo sucede cuando ya nuestro ánimo está por el piso a raíz de esa cuenta pendiente que nos negamos a saldar.

La rumiación emocional frustra. Pero, además de intensificar la angustia, nos pone en un alto riesgo nuestra salud mental y física:

• Podemos quedar atrapados en un círculo vicioso sin darnos cuenta. Entre más le damos vueltas a un recuerdo, una experiencia dolorosa o cualquier otra cosa que ya está en nuestro pasado, más se convierte en un hábito inconsciente que nos impide vivir en el presente o proyectarnos hacia el futuro.
• Somos más propensos a la depresión. Los pensamientos obsesivos hacen que no solo caigamos más fácil en la depresión, sino que también vivamos episodios más prolongados.
• Como consecuencia, rumiar pensamientos aumentan nuestra posibilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares asociadas al estrés fisiológico y psicológico.
• Al estar demasiado abrumados con nuestros pensamientos y emociones el riesgo de abusar de sustancias como el alcohol asciende, ya que suelen usarse estas vías como escape.
• Otro riesgo que se incrementa es la posibilidad de sufrir de trastornos de alimentación, especialmente cuando tenemos dificultades para manejar emociones como sentimientos angustiantes, derivados de la obsesión.
• Aplazamos lo más importante. Se ha encontrado que por ejemplo, las mujeres con tendencia a 'rumiar sus pensamientos' u obsesionarse con ellos esperaban más de la cuenta ante asuntos urgentes como acudir al médico al detectar un bulto en sus senos

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Obsesionarte con tu pasado puede robarte el resto de la vida que aun te queda por delante, ¿realmente vale la pena? No, mejor intenta mirar hacia adelante.

¿Cómo detener la obsesión?

Lo primero que te aconsejamos es que valores tu pasado pero lo veas como un escenario de lecciones y solo eso. Cada vez que detectes que estás encerrada en un pensamiento obsesivo, cambia de dirección... Ve a ver una película, lee un libro, haz un crucigrama o invéntate cualquier otra cosa que te distraiga un rato y que 'engañe' a tu mente por un rato.

"La vida solo puede ser comprendida hacia atrás, pero debe ser vivida mirando hacia delante" -Soren Kierkegaard, filósofo y teólogo.

Tal como el resto de tu cuerpo, la mente también puede ser estimulada y ejercitada. Por difícil que parezca si necesitas ayuda anímate a consultar psicólogos especializados, pero confía en que sí es posible dejar a un lado la obsesión por el pasado y usar esa energía como inversión en tu futuro.

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