La importancia del análisis de perfil individual en los procesos de desarrollo

Desde hace décadas hemos escuchado hablar de formar equipos de alto rendimiento y nos hemos esforzado por trabajar desde las organizaciones en competencias como liderazgo, planeación, toma de decisiones, entre otras. La dificultad aparece cuando paralelo a esto, desconocemos que estas competencias y su desarrollo van estrechamente ligadas al estilo de personalidad de cada individuo.

En mis años de experiencia, he escuchado a las empresas quejarse porque aún cuando invierten en procesos de capacitación y desarrollo muy costosos, a veces resultan inútiles e ineficientes. Las personas terminan frustradas al ver que se hacen esfuerzos por modificar habilidades suyas y las empresas terminan frustradas por haber invertido dinero, tiempo y no ver resultados contundentes.

Es preciso decir que todo plan de desarrollo debe ir apalancado en un análisis de perfil individual y que para ello existen herramientas poderosas que hoy en día nos permiten tomar decisiones más acertadas sobre las competencias a fortalecer y sobre todo cómo fortalecerlas según el individuo. Es por esto que un buen análisis de perfil individual, le permitirá a la persona autoconocerse, conocer su estilo de liderazgo, la forma cómo afronta la vida, como toma las decisiones, como se relaciona con otros, como se comunica, saber sus miedos, sus motivaciones, etc. y ahí sí trabajar en el desarrollo de habilidades blandas.

Recuerdo una organización en la que había un empleado muy destacado por su relacionamiento, su capacidad para abrir negocios, su pensamiento estratégico y esa gran dificultad para decirle "No" a sus clientes. Por mucho tiempo este personaje fue el doliente de dos aspectos:

1. La producción se saturaba con las fechas de entrega y compromisos que no podían cumplir y

2. El proceso administrativo era caótico porque cuando iban a facturar se daban cuenta que el tema de legalización del contrato aún no se había cerrado.

Es así como esta persona a pesar de ser el mejor vendedor y quien más negocios traía a esta Compañía, terminaba siendo mal evaluado. Se hicieron muchos esfuerzos tanto de la organización como de su parte para mejorar estas habilidades, sin embargo los cambios eran poco evidentes y no permanecían en el tiempo.

La clave era más sencilla de lo que parecía: un Análisis de Perfil Individual era suficiente para identificar que su estilo de personalidad le iba a favorecer en la apertura de negocios, que era una persona clave para fidelizar por su empatía y que podría ser quien mantuviera en alto la imagen de la Compañía, pero que por más de que lo intentara, por su alta necesidad de reconocimiento, no sería quien se sintiera motivado a cerrar los negocios, a formalizarlos y responder preguntas incómodas y sobre todo a decirle al cliente que "No".

Mi recomendación desde mi experiencia es que toda persona que es tenida en cuenta para un proceso de desarrollo, debe contar previamente con dicho análisis y así evitar frustraciones innecesarias e inversiones inútiles.

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