Cómo ayudar a una víctima de maltrato

¿Has vivido de cerca un caso de maltrato? ¿qué harías si descubrieras que uno de tus grandes amigos maltrata a su pareja? ¿qué pasaría si escuchas a tu vecino golpeando a su esposa? ¿y si fuera tu hermana, tu hijo, tu primo o tu padre el que esté en medio de esa situación?

El maltrato es un tema que muchos consideran espinoso y ante preguntas como las anteriores abundan las respuestas poco certeras cobijadas bajo frases políticamente correctas. Cualquiera que sea tu apreciación, ante la posibilidad de ser testigo del maltrato, es casi seguro que la conciencia te haya dado un brinco solo de pensarlo.

Entonces:

¿Callar o denunciar el maltrato?

Estas dos opciones son las más claras y evidentes para una gran cantidad de personas y entidades que se han unido para alzar su voz a favor de las víctimas del maltrato, pero ¿es tan sencillo el trasfondo de estas dos posturas?

A continuación, las analizamos para luego profundizar en lo que es más aconsejable desde una mirada psicológica:

1. Callar

“¿Estoy seguro de que hay maltrato?” – Ante una situación de maltrato esta duda puede surgir en tu mente, pues es usual que encontremos indicios sin que hayamos sido testigos presenciales.

Frente a esta interrogante ten en cuenta que la mayoría (sino son todos) los maltratadores no acostumbran a llevar a acabo sus abusos ante la mirada de terceros. Sumado a esto, si el maltratador es alguien apreciado o cercano a ti puede que te cueste trabajo aceptarlo, o tal vez temas que la víctima se ponga a favor suyo y que no logres nada bueno al movilizarte.

Por estas interrogantes hay quienes prefieren desentenderse y pasar de largo aun cuando el maltrato está en el corazón de sus familias o entornos cercanos.

2. Denunciar

Muchos lo ven como lo más obvio pues evidentemente el maltrato es un delito que no se debe tolerar y denunciarlo es una vía para detenerlo. Pero no saber cuándo hacerlo puede ser arriesgado.

Es más sencillo reconocerlo desde la barrera

A pesar de que las dos opciones antes explicadas son las más obvias, en algunos casos existen complicaciones que paralizan las buenas intenciones, pero siempre hay opciones para ayudar.

Cuando la agresividad sobrepasa los límites

Lo primero es entender que para la víctima no es tan fácil reconocer el problema e identificarse como parte de una situación de violencia intrafamiliar o violencia de género. Es frecuente que para estas personas su realidad sea ‘normal’ mientras sus parientes y su entorno más cercano ya haya notado los indicios de maltrato.

No desaparece al no nombrarlo

Claro, las señales pueden estar a la vista, pero si se trata de familia y amigos hay quienes preferirán mantener sus ojos cerrados y hacer como si nada estuviera pasando, pensando algo así como que “es mejor no meterse en problemas ajenos”, “tal vez les gusta vivir así”, e incluso en relación con la víctima: “esa fue la vida que quiso”.

Pensar así puede ayudarle al tercero a sentirse mejor consigo mismo, pero no ayuda en nada a la víctima que no deja de sufrir, aunque no identifique su propia situación.

“Rompe el silencio. Cuando seas testigo de la violencia contra las mujeres no te quedes de brazos cruzados. Actúa” - Ban Ki Moon, exsecretario general de las Naciones Unidas.

Enojados con la víctima

Tal vez te molestes con tu amigo víctima de violencia doméstica o de género, porque esperas que ‘reaccione’ y haga algo, pero antes de soltar tu frustración con él o ella, recuerda que es bastante frecuente que las víctimas vivan en medio de la negación de su situación o que intenten con todas sus fuerzas ocultarla ante sus familias o círculos íntimos.

Desde afuera entendemos que el maltrato no es justificable, por lo que no es culpa de víctima, pero esta puede sentir una mezcla entre auto-culpabilización y justificación del maltratador ya que a lo largo del tiempo se ha convencido de tener la culta, por lo que podrás oír frases como:

• “Yo l@ provoqué” (Ej.: al no usar la ropa como me indicó, no hacer lo que me dijo...).
• “Yo le hablé mal” (Ej.: al opinar en lo que no debía).
• “Yo me porté mal” (Ej.: por no querer tener sexo cuando él quería).
• “Está muy cansado/presionado /estresado” (Ej.: pedirle dinero innecesario, para mí).
• “Fue un momento de debilidad” (Ej.: no debí verme con esa persona que a él/ella no le gusta).

Incluso, tal vez la víctima vive en un ciclo en el que el maltratador puede darle señales de arrepentimiento, como disculparse y comportarse de manera tierna, pero la violencia vuelve y se perdona, alimentando el problema.

“Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo” - Elie Wiesel, escritor y sobreviviente de los campos de concentración nazis.

Las manifestaciones de la violencia de género van muy de cerca a las justificaciones que vimos antes, y pueden ser:

1. Violencia física.
2. Violencia psicológica.
3. Violencia económica.
4. Violencia sexual.

De todas estas maneras el maltratador puede intentar dominar y controlar a su víctima, a través de acciones incluso sutiles y en público como menospreciar sus opiniones, hacerla sentir menos, hablarle de forma despectiva, entre otras.

“La violencia no es solo matar a otro. Hay violencia cuando usamos una palabra denigrante, cuando hacemos gestos para denigrar a otra persona, cuando obedecemos porque hay miedo. La violencia es mucho más sutil, mucho más profunda” - Jiddu Krishnamurti, escritor y orador filosófico y espiritual.

Al sentirse culpable y ser aislada por su maltratador, la víctima se queda sola sin contar con apoyo que la ayude a salir de su posición.

Ofrece la ayuda más útil

Denunciar es importante pero lamentablemente algunas veces la víctima negará lo que pasa y se pondrá de lado del maltratador, por lo que existe el riesgo de que se debiliten nuestras relaciones con ella y se agrave todo el panorama.

A pesar de esto no nos debemos quedar de brazos cruzados, sino asumir una posición: estar del lado de la víctima.

Consejos para ganar confianza en ti mismo

Para salir del ciclo de maltrato la víctima debe atravesar un cambio mental, pero le será muy difícil lograrlo sin apoyo, por eso te animamos a:

• Hacerle sentir, demostrarle y decirle que no está sola.
• Escuchar sin cuestionar. Demostrar empatía sin caer en el error de dar consejos no pedidos, o menospreciar lo que le pasa con burlas.
• Convencerla de que tiene una red de apoyo que la va a acompañar cuando lo requiera.
• Estar ahí y apoyarla hasta que esté preparada para dar el paso de la denuncia (sin presiones), dejar de encubrir a su pareja, y alejarse, aunque no le sea fácil.
• Ser conscientes que por lo general las víctimas no se sienten comprendidas por nadie, porque creen que su relación es ‘diferente’.
• Fomentar un diálogo entre la persona que queremos ayudar y otras víctimas que han superado el maltrato ayuda más que cualquiera de nuestras mejores frases, por lo general se sorprenden cuando hablan con otras víctimas de casos similares.
• Invitarla a iniciar un proceso de acompañamiento psicológico.
• Tener en cuenta que nada de lo que digamos va a ayudar hasta que ella tome la decisión. Denunciar sin su apoyo puede llevarla a un mayor aislamiento.
• Evitar cualquier tipo de reproche más aun cuando ya esté esforzándose por dejar su situación. No uses frases que la cargarán de culpa, como: “¿Por qué aguantas tanto?” “¿déjalo y ya?”, “¿no te dabas cuenta?” “yo no dejaría que eso me pase porque”.

Lo más importante es: estar

Sabemos que puede ser muy doloroso ver a la víctima sin que tome la decisión de cambiar su chip mental, sin embargo, presionar e intentar que hagan lo que consideramos mejor y de inmediato, es una de las cosas que hacen que se alejen de nosotros y dejen de confiar.

Su primera cárcel es interna, tu mejor ayuda es quedarte a su lado hasta que construya la fortaleza y valentía para abrir la puerta. Forzar la situación puede provocar condiciones peligrosas cuando hay escenarios claros de violencia.

Puedes motivarla a acudir a un psicólogo para que trabaje sobre la depresión, ansiedad o angustia que puede estar sintiendo, de esta forma no será indispensable que trate de entrada el tema de la violencia, pero sí estará avanzando en una mejor dirección (cuenta con nuestra lista de psicólogos disponible aquí si buscas ayuda)

Estar acompañada es muy importante, pues cuando haya decidido seguir su camino habrá momentos en los que dude y se culpe, y contar con una mano sincera hará la diferencia.

Recuerda

La terapia ayudará a la víctima a sentirse empoderada, recuperar su autoestima y dejar de sentirse como una. Rodearse de grupos de apoyo o encontrar amigos que hayan salido de procesos de maltrato también será un importante elemento para tomar conciencia de su realidad y despertar a la esperanza de que es posible tener otra vida. 

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