¿Me da miedo el compromiso?

Ciertos corazones rotos a raíz de rupturas se enfrentan a interrogantes como "¿por qué terminó si todo iba tan bien?"… El temor al compromiso parecer ir en aumento según algunos expertos, observación que se suma a la de quienes afirman que la etapa de la adolescencia ahora comienza antes y termina después, asociándose al incremento de no querer 'amarrarse a nadie'.

No se llega a aguas profundas

Quien teme al compromiso es incapaz de mantener relaciones por periodos largos de tiempo o profundizar en ellas, aunque así lo quiera. El impulso irracional de terminar, aunque todo vaya bien y se sientan a gusto con la relación, es uno de los síntomas que permiten identificar cuando el temor al compromiso es algo serio y relevante en la vida de una persona.

¿Tienes un amigo o amiga que va de relación en relación? ¿tú mismo deseas una relación estable, pero todas son cortas? Puede ser que estés sufriendo de la imposibilidad de mantener relaciones, te aconsejamos consultar a un psicólogo que te ayude a superarla.

¿Qué tememos al comprometernos?

Existen conflictos internos y externos cuando una persona sufre temor al compromiso. A veces se crea fricción entre las amistades, la individualidad y el amor, pero ojo: una relación sana no tiene por qué significar que te pierdes a ti mismo.

Es común encontrar personas con temor al compromiso que van en contra del prejuicio de pensar que la persona poco comprometida es perezosa o banal. En realidad, se trata de muchos que son perfeccionistas consigo mismos y con los demás, exigentes y carentes de la madures emocional que se necesita para una relación sana.

¿Por qué le tememos al compromiso?

Puede deberse a varias razones, pero es posible afirmar que las principales son:

1. Problemas de apego en la crianza. En casos en los que los niños tienen dificultades para aprender 'a querer' a raíz de las relaciones vividas con sus cuidadores principales.
2. Malas experiencias. Haber sufrido en relaciones previas hace que algunos individuos vivan prevenidos pensando que 'eso no les volverá a pasar' si toman medidas preventivas… En realidad, lo que logran es no disfrutar de relaciones afectivas sanas y duraderas.
3. Anticipar el fracaso. Un poco ligada al punto anterior, el miedo al compromiso puede derivarse de la idea de que las cosas de 'todas formas' van a terminar y a salir mal. ¿Has tenido un pensamiento como: "Si termino antes de enamorarme me va a doler menos o nada o… mejor le termino yo y no que me termine él después"? Bueno, si es así, es momento de hacer una introspección.

¿Cuándo aparece el miedo al compromiso?

• Cuando el enamoramiento pasa. El amor se mueve y no se limita a la etapa pasional de conquista, sin embargo, para algunas personas este paso es aburrido y se les transforma en desinterés.

"Son personas que están enamoradas del enamoramiento y la seducción, pero no son capaces de disfrutar del amor". - Encarni Muñoz Silva, Psicóloga sanitaria.

• Sensación de pérdida de autonomía. Como dijimos antes, una relación sana no tiene que robarnos nuestra esencia y si es así entonces no es una relación sana. El tema del temor aquí se da cuando la relación sí da la libertad para conservar la autonomía e individualidad, pero la persona aun así se siente atrapada o atada por tener una pareja.
• Sensación de vulnerabilidad. Necesitar a otra persona es una idea espantosa para algunas personas, mucho peor si mencionamos la palabra 'dependencia'. Sentir esto hace que relacionemos el hecho de tener pareja con el hecho de ser más débiles.

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¿Cómo superamos el miedo al compromiso?

Después de haber echado un vistazo hacia tu interior podrás determinar si este temor está en ti. Ahora es momento de ponerte manos a la obra.

• Empieza por aceptarlo. Si has huido de relaciones estables por temor no vale la pena quedarse con el sentimiento de culpa y girar en la autocompasión. Es algo natural y se supera empezando a llamarlo por su nombre.
• Descifra tu patrón de escape. En palabras de la Psicóloga sanitaria, Encarni Muñoz Silva:

"Examínate, observa qué sucede y en qué punto es donde aparece el miedo o empiezas a hacer cosas que van en contra de que la relación avance. Ahí es donde hay que hacerse las preguntas: ¿Qué quiero?, ¿lo que estoy haciendo me permite conseguirlo?, ¿Qué tengo miedo que pase?, y, sobre todo: ¿Qué puedo hacer diferente?"

• Inténtatelo tanto como sea necesario. Acepta que puedes equivocarte y no te dejes congelar por el el terror a fallar al intentarlo… Piensa que el error más grande está en ni siquiera intentar cambiar. (Como dicen por ahí "nadie nació aprendido")
• Cuestiona tus miedos. Cuando las malas experiencias nos han dejado marcados puede resultar difícil no vivir prevenidos o de repente pensar "esto no me vuelve a pasar" /"esto es demasiado bueno para ser cierto". Si lo ves desde una mirada más racional es ilógico creer que todas las personas son y actúan igual, por eso es ilógico también perder oportunidades de ser felices por la sombra de lo que ya pasó y no se puede cambiar.
• Abre tu mente. Lo correcto no es dejarse llevar siempre por las emociones pero tampoco no es pensar tanto que no se disfrute lo que se está viviendo. El autoanálisis es útil pero a veces hace falta asumir riesgos.
• Confía y disfruta e otros. Aunque seas alguien muy hábil eres un ser social, al igual que todos los demás humanos, y por ende necesitas de otros y no puedes hacer todo por ti solo. Tener a alguien para acompañarnos en el camino no opaca nuestra individualidad, flexibilízate un poco y disfruta del paseo y la compañía.
• No te compares. Es muy fácil pensar que las relaciones ajenas son perfectas porque de lejos todo se ve 'bonito', pero nada es perfecto. Esperar a la persona perfecta o a la relación donde nunca haya diferencias o discusiones, es completamente inútil. No se trata de resignarnos sino de pensar hasta qué punto los defectos o problemas son superables o son insoportables para ti. Nada de esto significa que debas mantenerte al lado de una persona si no te sientes feliz.

Que no te metan cuentos sobre tu relación de pareja

Tener problemas de pareja es una parte de la relación que ayuda a crecer, pero que hay que enfrentar porque tarde o temprano llega, la terapia de pareja es un instrumento de acompañamiento muy útil aquí.

Enfrenta lo que sientes, pero no te obligues a seguir en una relación en la que sientes que estás siendo lastimado de alguna manera. Apóyate en expertos psicológicos para determinar si en realidad estás siendo manejado por el temor o si de verdad pasa algo.

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