El narcisismo, toda una patología asociada a redes sociales

Ver cientos de fotos con rostros sonrientes y vidas aparentemente perfectas es el factor común cuando navegamos en redes sociales como Instagram y Facebook. Parece que se tratara de una competencia por tener más, ser 'más o ser 'mejor', y en ese rumbo terminamos por estrellarnos con una trampa: el narcicismo.

Freud describió el narcicismo como una patología pero antes de él ya se contaba la historia del personaje de la mitología griega que murió al enamorarse de su propia imagen. Narciso no pudo amar a nadie como se amó a sí mismo y quizás si vemos los perfiles sociales de algunas personas podamos encontrar cierta tendencia a sufrir de lo mismo…

Sociedad narcisista

Expertos como el sociólogo Christopher Lasch han declarado que el narcicismo se ha convertido en una especie de enfermedad cultural en una sociedad donde se le rinde culto al individuo y en donde hay una búsqueda frenética por el éxito personal y el dinero. Contradictoriamente cuando hay más necesidad de solidaridad al parecer hay menos, porque se piensa tanto en las necesidades, caprichos e intereses personales, que lo demás pasa a segundo plano:

"El desorden narcisista de la personalidad —un patrón general de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía— sigue siendo un diagnóstico bastante raro, pero las cualidades narcisistas están ciertamente en alza" afirmó Pat MacDonald, Psicóloga y autora del trabajo Narcisismo en el mundo moderno, en entrevista realizada por el diario El País.

No todos lo perciben así pero algunos expertos han dicho que el crecimiento de estos comportamientos egoístas, que ha ido a la par del crecimiento de patologías como la obesidad en los últimos año, permite que se considere el narcicismo como una epidemia.

¿Por qué es importante la empatía?

Rasgos del narcisista

Claramente no todo el que usa las redes sociales es una persona narcisista, sin embargo existen síntomas de alarma a los que debemos estar atentos para ponerle freno o solicitar acompañamiento psicológico:

• Falta de empatía.
• Necesidad exagerada de llamar la atención de otros.
• En algunos casos, exhibicionismo.
• Dificultades para reconocer sus errores o mentiras.
• Problemas de autoestima ocultos.
• Crueldad y burla, con tal de llamar la atención.

Quien se vuelve adicto a ser el centro de lo que pasa y se cree con el derecho de reclamar este lugar, no le importa hacer daño a otros con comentarios y burlas si es lo que requiere para ser el centro de la conversación. Problemas como el bullying pueden nacer de situaciones de narcicismo.

Si te gusta tomarte selfies no necesariamente tienes que preocuparte, pero si lo haces constamente puede que estés alimentando las tendencias a ser narcisista según lo explican Daniel Halpern y Sebastián Valenzuela, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, tras un estudio en el que concluyeron que: Las personas que más se tomaron fotos en un año (no siendo narcisistas) tuvieron un incremento de casos de narcicismo en un 5% al año siguiente.

La generación de las únicas y diferentes

"Los niños de hoy día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, engullen la comida y tiranizan a sus maestros"- Sócrates [siglo V a. de C.].

Uno de los componentes a tener en cuenta son los métodos de crianza que emplean las familias modernas. No tiene nada de malo, y por el contrario es muy sabio, acudir a especialistas en modelos de crianza para que nos ayuden a enfrentar esta importante responsabilidad. El temor o el desconocimiento acerca de cómo deben corregir a los más pequeños los hacen sentir que son el centro de todo y que merecen ser atendidos al punto que lo exigen no solo de sus padres sino de quienes los rodean.

A pesar de la buena intención de muchos padres, el facilitarles todos sus caprichos no garantiza ni que no sufran, ni que se sientan amados o que se crean valorados, pero sí alimenta comportamientos rebeldes que luego derivan en un egocentrismo exagerado. Irónicamente entre tanto desespero por querer sobresalir y ser admirado lo más común es la exageración, las poses y los perfiles en redes sociales llenos de señales de exceso de amor propio...

Padres tontos, hijos rebeldes

El riesgo de los niños consentidos y de los jóvenes que compiten por verse mejor, o recibir más likes, es olvidar que hacen parte de un mundo en el que vivimos en comunidad. Las redes sociales paradójicamente pueden no estar uniéndonos en red, sino creando distancias diferentes y nuevas: Las barreras emocionales de la indiferencia.

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