¿Qué es el TDAH?
TDAH son las siglas de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Se trata de un trastorno de carácter neurobiológico, originado en la infancia que implica un patrón de déficit de atención (distracción moderada a grave, períodos de atención breve), hiperactividad (inquietud motora) y/o impulsividad (inestabilidad emocional y conductas impulsivas).Es evidente que todos los niños, especialmente los más pequeños, se comportan de este modo en algunas ocasiones, sobre todo, cuando están nerviosos o excitados. Pero la diferencia entre este comportamiento y el TDAH es que en este trastorno los síntomas están presentes durante un periodo de tiempo más largo, afectan a diferentes ambientes o contextos e impiden que el niño se desenvuelva adecuadamente en el medio social, académico y doméstico.Este se ha considerado durante mucho tiempo un trastorno propio de la infancia y de la adolescencia, pero los síntomas y el impacto funcional del TDAH en adultos no siempre desaparecen y puede persistir en más del 50% de los casos.
¿Cuál es la diferencia entre TDAH y TDA?
La diferencia más significativa entre el TDAH y el TDA es la hiperactividad. Mientras el primer trastorno la incluye, el segundo no. El TDA (Trastorno por Déficit de Atención) se clasifica como uno de los tres tipos de TDAH: presentación predominante con falta de atención.Pero, ¿qué es déficit de atención? Es la carencia de una estructura para el funcionamiento adecuado de orientación, selección y mantenimiento de la atención. El déficit de atención en niños puede traerles dificultades en su proceso de aprendizaje y en su vida en general. Sin embargo, este trastorno de atención no es exclusivo de la etapa infantil o la adolescencia, ya que en una elevada proporción de personas continúa durante su adultez.
¿Qué es la hiperactividad?
Es un comportamiento que se caracteriza por la actividad excesiva y fuera de lo normal. Se trata de un trastorno de la conducta infantil que lleva al niño a no poder quedarse quieto. Se puede observar tanto en niños como en personas con cuadros de ansiedad.La hiperactividad no solo aqueja al niño durante las horas en las que se encuentra despierto, sino que también lo hace durante la etapa de sueño, manteniéndolo en permanente actividad. En la adolescencia, como en la edad adulta, ya no es tanto una hiperactividad motora, sino una sensación de inquietud interior e impaciencia interior, de desasosiego. Se puede manifestar en una incapacidad para permanecer quietos durante un largo tiempo, dar golpecitos con los dedos o los pies, morderse las uñas, darse vueltas en el pelo o jugar con el lapicero.
¿Cuáles son las causas del TDAH?
Aunque no está clara la causa exacta del TDAH (ni las causas del déficit de atención o de la hiperactividad), continúan los esfuerzos y la investigación para esclarecerla.Algunos factores que pueden influir en el desarrollo del TDAH tienen que ver con la genética, el ambiente y el desarrollo.
- Genética: el TDAH puede ser hereditario; los estudios indican que los genes desempeñan un papel fundamental.
- Ambiente: determinados factores ambientales, como la exposición al plomo, pueden aumentar el riesgo.
- Desarrollo: los problemas en el sistema nervioso central en momentos clave del desarrollo pueden cobrar importancia.
- Otros factores de riesgo del TDAH pueden incluir: parientes consanguíneos, como un padre o hermano con TDAH u otro trastorno de salud mental; consumo de drogas, alcohol o tabaquismo por parte de la madre durante el embarazo; o nacimiento prematuro.
¿Cuáles son los síntomas del TDAH?
Son muchos los síntomas del TDAH. Al principio algunos pueden parecer comportamientos normales de un niño, pero el TDAH los empeora y hace que ocurran con mayor frecuencia. Los niños con TDAH tienen al menos seis síntomas que comienzan en los primeros cinco o seis años de sus vidas.El TDAH ocurre con mayor frecuencia en varones que en mujeres, y las conductas pueden ser diferentes en niños y en niñas. Por ejemplo, los niños tienden a ser más hiperactivos y las niñas a ser distraídas en silencio. En general, los niños que tienen TDAH pueden:
- Distraerse fácilmente y olvidar las cosas con frecuencia.
- Cambiar rápidamente de una actividad a otra.
- Tener problemas para seguir instrucciones.
- Soñar despiertos / abstraerse demasiado.
- Tener problemas para terminar cosas como la tarea y los quehaceres domésticos.
- Perder juguetes, libros, y útiles escolares con frecuencia.
- Estar muy inquietos y retorcerse mucho.
- Hablar sin parar e interrumpir a las personas.
- Corretear mucho, en sitios y momentos inoportunos
- Tocar y jugar con todo lo que ven.
- Ser muy impacientes.
- Decir comentarios inadecuados.
- Tener problemas para controlar sus emociones.
Algunos de los síntomas del TDAH pueden surgir o incrementarse en adolescentes aunque no se hubieran manifestado durante la infancia. El aumento de las exigencias del entorno pueden hacer que el TDAH interfiera de forma más importante en la vida del adolescente.En el paso de la infancia a la edad adulta, disminuyen los síntomas de hiperactividad, que se pueden manifestar en inquietud, mientras que los síntomas de déficit de atención se suelen exteriorizar en dificultades a la hora de llevar a cabo tareas (cumplir plazos de entrega, centrarse en una tarea concreta…) que pueden afectar su funcionalidad en varios aspectos de la vida.
¿Cuáles son las consecuencias del TDAH?
El TDAH requiere de un correcto reconocimiento y tratamiento precoz. De lo contrario, este trastorno puede ocasionar serios problemas en el desarrollo del niño, entre ellos, una disminución del rendimiento académico, dificultades en la adaptación social y como resultado, serios desajustes emocionales.Las consecuencias del TDAH suelen ser las siguientes:
- Disminución del rendimiento académico: a largo plazo, los problemas con los estudios pueden derivar en un fracaso escolar e, incluso, en el abandono de la escuela.
- Dificultades en el desarrollo social y emocional: debido a los múltiples problemas en las relaciones con los compañeros por su impulsividad, el niño con TDAH tiende a tener pocos amigos, poco duraderos y relaciones menos estrechas.
- Síntomas depresivos: los fracasos repetidos en el colegio y con los amigos, así como las discusiones con los padres por las malas notas y mal comportamiento, suelen provocar síntomas depresivos en niños con TDAH.
- Comportamientos conflictivos: algunos niños con TDAH pueden empezar con comportamientos negativistas, desobediencias cada vez mayores, desafío de la autoridad y, poco a poco, problemas de conducta mayores, e incluso abuso de alcohol y drogas.
- Infravaloración en el ámbito laboral: los adultos con TDAH que de niños no fueron tratados correctamente, suelen conseguir trabajos o profesiones por debajo de su capacidad.
¿Quién puede diagnosticar y tratar el TDAH?
El TDAH es un trastorno heterogéneo y, por lo tanto, difícil de diagnosticar. De ahí la importancia de que se acuda a un profesional cualificado para realizar el diagnóstico y con la experiencia para dirigir el tratamiento: psiquiatra de niños y adolescentes o de adultos, neuropediatra, neurólogo o pediatra.No existe una prueba específica para el TDAH, pero el diagnóstico probablemente incluya: exámen médico, recopilación de información y antecedentes médicos familiares y personales, entrevistas a familiares, profesores, cuidadores; además de los criterios del DSM-5, Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, publicado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría.Si bien el tratamiento de este trastorno se maneja desde tres frentes -tratamiento farmacológico, cognitivo-conductual y psicoeducativo (padres y profesores)- hay actividades para niños con TDAH y actividades para niños con déficit de atención (TDA) que pueden serles de gran ayuda: hacer yoga o meditar, hacer ejercicio o practicar algún deporte, además de muchos tipos de juegos que estimulan la memoria y permiten trabajar la atención y la concentración.
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