Regulación emocional como herramienta para el tratamiento de las adicciones

¿Qué función tienen las emociones en el comportamiento del ser humano?

Las emociones son un instrumento de alarma que viene incorporado en el ser humano para indicarnos que algo está pasando en nuestro entorno o que necesitamos realizar alguna acción concreta para satisfacer una necesidad. Cuando esta alarma se enciende y no prestamos atención al mensaje que nos quiere trasmitir y simplemente reaccionamos mecánicamente sin mayor reflexión; es cuando el ser humano empieza a meterse en problemas; ya que su respuesta ante dicha emoción (la acción que emprende) no es correcta ni proporcional al verdadero mensaje que le quiere transmitir la emoción. Por ejemplo, un sujeto que tiene un problema de adicción al licor; cuando se siente aburrido, reacciona automáticamente, buscando unas copas de licor que tomar para sentirse animado, sin embargo, cuando pasa el efecto del licor, se volverá a sentir aburrido. Y este comportamiento entre aburrimiento – tomar licor, se convertirá en un ciclo vicioso que terminara arruinando su salud, familia, trabajo y todo aquello que es importante para su vida.

La emoción de aburrimiento, el mensaje que le quiere transmitir a este sujeto, no es que se vaya a tomar, si no que busque una actividad que le permita sentir gozo: encontrando bienestar físico, mental y espiritual. Esta emoción si es constante en su diario vivir, le está gritando que en su vida le hace falta incorporar otras actividades (además del trabajo y responder por el hogar) que lo hagan sentirse realizado en un aspecto de su vida que quizás a descuidado por estar metido en el trabajo o bebiendo con los "amigos". Quizás uno de estos aspectos sea la práctica de una disciplina deportiva que le guste y lo distraiga; otro aspecto podría ser a nivel cultural, quizá iniciar un curso de pintura, fotografía o aprender a tocar un instrumento, algo que siempre ha llamado su atención pero que nunca se ha atrevido hacer por "falta de tiempo". Si un sujeto como este o cualquier otro, logra comprender el verdadero mensaje que le quiere transmitir la emoción, tendrá la oportunidad de responder apropiadamente a esta emoción, generando bienestar en su vida.

¿Por qué los sujetos que tienen un problema de adicción tienen un déficit en su capacidad de regular las emociones?

Los sujetos que tiene un problema de adicción reaccionan ante una emoción o situación, pero no reflexionan. Esa capacidad de parar un momento comprender la emoción, su causa y el mensaje que le quiere transmitir, se ve reducida y en la mayoría de los casos arruinada por la enfermedad de la adicción. Un sujeto que tiene un problema de adicción, por ejemplo, a la marihuana, va a ligar sus emociones al consumo de marihuana; es decir que cuando una emoción se empieza activar por encima del umbral de lo cotidiano, bien sea la tristeza o alegría; la ira o la calma, entre otras. Su respuesta automática va a ser el consumo de marihuana; ya que aprendió por experiencia, igual que lo hace un perro volviendo al plato donde le sirven la comida, que el consumo de esta sustancia lo relaja y le ofrece algo de placer. Es decir que el vínculo entre emociones y consumo de marihuana, se va volviendo más fuerte con cada consumo; y el adicto va perdiendo para capacidad reflexionar y de decidir; y simplemente reacciona como un perro que va en busca del plato de comida cuando siente hambre. En este caso el adicto va a volver a buscar la marihuana cuando sienta alguna emoción que lo ligue al consumo.

¿Para qué sirve aprender a regular las emociones en el tratamiento de las adicciones?

Cuando un sujeto decide iniciar un proceso de recuperación y para el consumo; se va a encontrar de frente con todas esas emociones que antes tenía adormecidas, algunas de ellas no las lograra identificar y muchas no las lograra comprender. Va a quedar con una tremenda confusión de no saber qué hacer; y esa ansiedad que se genera al no saber cómo responder ante una emoción, va a ser un factor de riesgo que lo puede llevar nuevamente al consumo. Por ello es importante que desde el primer momento que inicia un proceso de recuperación, el sujeto empiece a fortalecer su habilidad para regular las emociones; y lo primero que tiene que hacer es empezar a reconocer sus emociones, aceptarlas y comprender el mensaje que le quieren transmitir; para que pueda responder de una manera apropiada, con el fin de mantener una buena salud mental, física y espiritual.

¿Cómo se pueden regular las emociones?

Regular las emociones consiste básicamente en identificar, aceptar y comprender el mensaje que las emociones quieren transmitir y para ello se pueden empezar a realizar estas prácticas como un estilo de vida:

• Mindfulness que se define como: prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación.
• Diario emocional para traducir las emociones y sentimientos en palabras. Este ejercicio ayuda a identificar, aceptar y comprender las emociones, sentimientos; y los mensajes que quieren transmitir.
• Compartir los estados emocionales con un guía espiritual o una persona de confianza que nos comprenda y nos pueda ayudar.
• Empezar a realizar actividades que nos generen emociones positivas y saludables. Pueden ser una práctica deportiva, integrarse a un grupo de personas que compartan una actividad de interés bien sea espiritual, cultural, académica, entre otras.

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