¿Qué hago si mi hijo es hiperactivo?

Hoy en día se ha vuelto común que acudan a la consulta padres preocupados porque les han dicho que sus hijos tienen déficit de atención o son hiperactivos.

2 NOV 2017 · Lectura: min.
Recuerde siempre que la clave está en la firmeza con cariño. No piense que darle todo lo que pide va a hacerlo más feliz.

Cuando estamos haciendo cualquier actividad nuestro cerebro está atento a lo que hacemos y es capaz de ignorar situaciones que ocurren a nuestro alrededor como por ejemplo el ruido de la calle, el sonido del teléfono o el cuchicheo de personas. Si la tarea que estamos llevando a cabo realmente es interesante para nosotros, ninguno de estos estímulos será capaz de distraernos de lo que hacemos ya que nuestro cerebro puede identificar lo que es relevante para nosotros.

Ahora imagínese que usted está realizando esta misma tarea interesante, pero mientras la realiza no logra "apagar" todo lo que sucede a su alrededor. Por ende cuando escucha personas a su alrededor usted voltea y atiende a lo que dicen; si escucha un ruido en la calle, asoma la cabeza por la ventana para ver de qué se trata, si siente un leve escozor en el pie no puede evitar quitarse el zapato y la media para ver si tiene alguna picada; si suena una canción que le gusta, empieza a cantarla y todo esto sucede simultáneamente. De repente, se da cuenta que han pasado 30 minutos desde la última vez que atendió a esa tarea interesante y no ha avanzado ni un poco.

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A esto se suma que justo cuando se da cuenta de que se había olvidado por completo de la tarea interesante, alguien lo reprende y le dice que usted nunca termina las tareas a tiempo y esto le sucede más o menos de la misma manera todos los días.

Imagínese cómo se sentiría usted: probablemente avergonzado, triste, tensionado, culpable e inclusive, puede que sienta que nunca puede hacer nada bien.

Más o menos esto es lo que sucede cuando un niño tiene dificultades con su atención: se encuentra alerta, sin discriminar cuáles estímulos son los relevantes y cuáles no, lo que se manifiesta en una actividad constante: se mueven, se le caen las cosas, olvidan la tarea que se encontraban haciendo, pasan de un juego a otro sin culminar ninguno de los dos y en consecuencia, son constantemente regañados por sus maestras, cuidadores y padres.

¿Qué puedo hacer?

Son los pediatras, psicólogos clínicos y psiquiatras los especialistas que por lo general evalúan e identifican las dificultades de atención de los niños. El tratamiento para cada niño es especifico según las limitaciones que interfieren en su vida cotidiana: en algunos casos observamos falta de atención únicamente; en otros, se suma hiperactividad y otros pueden ser impulsivos e impacientes. Por lo que la elección de que el niño acuda a psicoterapia y/o reciba un tratamiento farmacológico dependerá de la apreciación del especialista.

La colaboración de los padres y de los cuidadores en el tratamiento será fundamental para ayudar al niño a adaptarse a su entorno de una forma más amigable. Es fundamental que nos centremos en promover la autoregulación del niño, es decir ayudarlo a darse cuenta de cómo se distrae, se mantiene inquieto o se muestra impaciente para que de forma progresiva aprenda un nuevo mecanismo de respuesta a las exigencias del entorno.

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A los niños les hace falta tener normas muy claras y rutinas bien establecidas para todos los días. Cuando respondan de forma impulsiva o evadan sus responsabilidades los padres o los cuidadores deben ayudarlos, manteniendo una actitud firme sin ceder a sus exigencias, ya que las normas habían sido aclaradas previamente.

Realizar una actividad deportiva a diario que exija el respeto de las normas, ayuda a canalizar favorablemente toda la energía que tienen así como a aprender a autorregular su comportamiento. También suele ser de utilidad la realización de actividades que sean de su agrado. Si por ejemplo, a su hijo o hija le gusta pintar asegúrese de que pueda tener un espacio en la rutina de cada día para pintar y que solo se dedique a esa actividad por ese período de tiempo. De esa forma estaremos estimulando el uso de la atención sostenida y focalizada.

Recuerde siempre que la clave está en la firmeza con cariño. No piense que darle todo lo que pide va a hacerlo más feliz. Mientras las normas y límites estén más claros dentro del hogar, más fácil será para ellos apropiarse de esa estructura externa para su control interno.

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Escrito por

Emily González

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Comentarios 1
  • Mayra jimenez pineda

    Hola, buen día, es para miíde mucha ayuda sus publicaciones pies mi hijo Emaanuel tiene 9 años y tiene déficit de atención y está bajo tratamiento psicológico, pero leer lo que ustedes publican para mí ha sido de mucha ayuda pues he aprendido

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