¿Por qué ir al psicologo?

Posiblemente nos surjan dudas de por qué ir la psicólogo, y cómo es un proceso psicológico o terapia psicológica.

Normalmente las personas tienen la idea generalizada de que quien va al psicólogo está con algún desequilibrio mental o dicho en otras palabras está loco. ¿Pero realmente es esto cierto?

En realidad esto no es cierto, la mayoría de la ocasiones las personas requieren de una terapia porque su vida no esta siendo llevada de una manera armónica y necesitan de un profesional que por intermedio de sus terapias consiga que la persona retome su vida o que mejore algunos aspectos de esta que no están armonizados.

Entonces se puede decir que todos estamos locos porque en nuestras vidas siempre sentimos que hay cosas que no están del todo bien o que simplemente podrían estar mejor? La respuesta a esta pregunta es simple, y para esto debemos entender que existe una diferencia entre una persona que tiene un desequilibrio mental que puede acudir a un psiquiatra y una que no tiene un desequilibrio mental pero que requiere mejorar su condición y que puede acudir a un psicólogo.

Psicólogo vs Psiquiatra

El psiquiatra suministra medicamentos para equilibrar la bioquímica del cerebro. Un psiquiatra trabaja con enfermedades mentales como la esquizofrenia, psicosis, trastorno bipolar, entre otros. Es importante entender que estas son enfermedades mentales y deben ser tratadas con fármacos y solo como complemento puede utilizarse la terapia psicológica.

Por otro lado el psicólogo recurre a terapias para ayudar al paciente a mejorar su condición, en estas terapias no se utiliza ningún tipo de medicamento y se utilizan sesiones donde los dos, terapeuta y paciente, por medio del dialogo procuran encontrar que aspectos de la vida del paciente se deben mejorar y como hacerlo. Un psicólogo busca entender las estructuras internas, recursos, emociones y comportamientos de la persona y entender como estas están inter-ligadas.

Teorías psicológicas

Dentro de la psicología existen diferentes teorías o tipos de abordaje y cada una de estas tiene su tipo de terapias, cuando se acude al psicólogo, se debe entender que cada profesional puede trabajar con una teoría o con la unión de varias, estas teorías son:

Humanista: Concibe al ser humanos como un ser que tiene convicción propia y que es libre de aprender lo que quiera, hace énfasis en los aspectos existenciales de la persona como la libertad, responsabilidad, conocimiento.

Conductista: Entiende que el ser humano es capaz de lograr el proceso de aprendizaje mediante ensayo y error, así mismo se analiza a la persona por medio de las relaciones de estímulo - respuesta.

Cognitivista: Trabaja analizando como la persona entiende el mundo que lo rodea y como la información que recibe es elaborada y usada, en segundo lugar analiza como los pensamientos llevan a las acciones siendo estas adaptativas o desadaptativas.

Finalmente está el psicoanálisis, para algunos no es una teoría psicológica, y para otros sí. Este modelo trabaja con la idea central de que todas las personas tienen pensamientos, sentimientos, deseos y recuerdos. Se trabaja sobre el inconsciente y consciente de la persona por medio de la catarsis (exteriorización de pensamientos) teniendo en cuenta que la primera infancia es fundamental para la elaboración terapéutica, así mismo la parte sexual es importante dentro de la teoría.

Abordaje terapéutico

En el primer encuentro el paciente intentará comunicar al psicólogo cual es el motivo de su consulta y el terapeuta escuchará con atención y explicará al paciente cuales son los términos de su trabajo en cuanto a costo, tipo de terapia y posible duración, en este encuentro el paciente debe sentirse cómodo con el terapeuta y se debe iniciar una relación de confianza entre los dos. Es normal que no todas las personas se sientan a gusto con todos los psicólogos, esto es tan simple como el hecho de que no nos sentimos a gusto con todas las personas, eso no quiere decir que el psicólogo no esté haciendo bien su trabajo, es una simple relación de empatía.

En la segunda terapia y posteriores se establecerán conjuntamente los puntos en los cuales se debe trabajar y se crearan las estrategias para alcanzarlos. Es importante entender que es normal si el paciente cree que el motivo de la consulta es uno y en el desarrollo de la terapia y con ayuda del psicólogo juntos descubran que el problema real es otro u otros, este es realmente el trabajo del psicólogo. Para lograr debelar la base u origen del problema o los problemas el psicólogo dependiendo de la teoría que utiliza aplica pruebas psicológicas, intervenciones terapéuticas y/o ejercicios por fuera de la terapia, esto, ayudara en la orientación y resolución de los conflictos que presenta el paciente.

Los objetivos de la terapia normalmente son alterados con el transcurrir de las sesiones terapéuticas como consecuencia de la dinámica de las mismas, pasando por un proceso de adaptación. Es importante aclarar que en el proceso no solo están el psicólogo y el paciente, hacen parte activa del proceso la familia, amigos, e incluso el entorno escolar o laboral, de esta manera se procurara una intervención y soporte en todas o la mayoría de los entornos donde el paciente se desenvuelve. Se enfatiza que las sesiones terapéuticas son confidenciales y que la información allí trabajada es de uso exclusivo para las terapias.

Finalmente, producto de la evolución del paciente, con la guía del psicólogo, se determinará la finalización de la terapia. El tiempo transcurrido es variable y depende de la evolución del paciente, así como de las características de la situación o situaciones tratadas, siendo algunas terapias de corta duración en semanas y otras de mayor duración en meses.

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