¿Por qué es importante darse un descanso del trabajo?

Se dice que los tiempos han cambiado y que ahora la vida va más rápido, pero en realidad el estrés, el exceso de ocupaciones y los afanes no son consecuencias de la época sino de nuestra actitud ante la vida.

Nuestros abuelos seguramente se enfrentaron a incertidumbres y necesidades similares a las que ahora lo hacemos nosotros, la diferencia es que actualmente estamos en un mundo mucho más exigente y competitivo.

Productividad

Uno de los paradigmas más importantes de la actualidad es la necesidad de ser productivos tanto como podamos. Estas creencias injustificadas que se empiezan aceptar sin que muchos se pregunten el por qué, son comportamientos que se nos convierten en 'reglas' sin que lo notemos.

Vivimos con el afán de ser productivos, no serlo incluso nos llena de culpa. Curiosamente lo que terminamos creando es un caos en el que es prácticamente una hazaña mantener el equilibrio, porque en realidad no hay tiempo para el ocio.

Tener momentos de improductividad nos hace sentir mal cuando estamos convencidos de que estamos perdiendo el tiempo, a pesar de que este tiempo esté cargado de diversas actividades que en realidad enriquecen nuestras vidas.

Se nos ha sembrado la idea de la productividad desde la casa, la oficina e incluso desde el espejo, cuando nos miramos a nosotros mismos y nos exigimos estándares estrictos de resultados en todo.

Descansar… ¿para qué?

El costo de la exagerada preocupación por la productividad nos deja agotados rápidamente porque el descanso termina siendo relegado al poco tiempo que quede o a la menor cantidad posible.

Si te ha pasado que en medio de un momento de descanso las tareas pendientes te hayan hecho sentir culpable, tal vez tú también estás siendo víctima de esta preocupante tendencia de menospreciar la importancia del descanso.

Descansar no es lo mismo que ser perezosos o resignados, pero a los ojos de muchos ciudadanos apurados tomarse pausas es algo negativo incluso cuando se trata de pequeños descansos durante el día.

La salud mental, tan importante como la física

Micro descansos

Viajar, irnos de vacaciones o a algún retiro, no es la única alternativa. No tendríamos que llegar a nuestro límite físico y mental para darnos por enterados de que debemos parar un poco…

Los pequeños descansos, como las llamadas pausas activas en los horarios laborales, o los días de descanso entre semana son tan necesarias para nuestra salud mental como la buena alimentación y las buenas relaciones con quienes nos rodean.

Nuestros descansos marcan nuestra calidad de vida. Darnos este tipo de espacios pueden hacer toda la diferencia en el cómo te sientes, cómo enfrentas las situaciones y cómo limpias tu mente al final del día.

Tal vez estés en una edad en la que tu cuerpo te permita los excesos en los trasnochos y las presiones, pero abusar en estos malos hábitos puede conducirte hacia un futuro no muy alentador en el que tu edad saque a la luz el desgaste con problemas para enfrentar la solución de problemas.

El cerebro de las personas ansiosas

Subestimar el descanso es tan común que quizá lo hacemos sin notarlo: tomamos pastillas, tratamientos para el control del estrés y hacemos lo que 'nos parezca necesario' para continuar activos y seguir siendo productivos. Todo tipo de 'trampas' para que nuestro organismo no nos impida seguir trabajando… pero ¿vale la pena?

Mira por un momento hacia un par de años atrás e imagina qué diferencias habría en tu vida si desde ese entonces le hubieras dado al descanso el espacio que se merece. Quizá tendrías mejor salud no solo mental sino física.

Anualmente a mayoría nos tomamos unas vacaciones que consisten en unas 2 a 3 semanas (si nos va muy bien) y aunque es muy poco, pues ni siquiera es el 4% del tiempo total del año, hay otras personas que ni siquiera se toman ese tiempo… Esto es evidente sobre todo en aquellos trabajadores independientes que están ocupados desde que se despiertan hasta que se acuestan y no se toman horas para sí mismos.

¡Estamos agotados!

Sentirnos frustrados y cansados no tiene por qué parecernos normal, no lo es. Parte de los ingredientes de una vida feliz es aceptar que el descanso es indispensable.

Una verdad como esta puede ser tan obvia que podemos tenerla justo en frente y no notarla. El descanso debe ser tomado ¡en serio!

Entre los síntomas de falta de descanso están pequeñas señales como:

• Agotamiento constante.
• Mucho sueño durante las mañanas.
• Cansancio injustificado.
• Falta de energía.
• Problemas de concentración.
• Desmotivación.

¿Cómo te sientes? Respóndete con franqueza y examina si descansas lo suficiente. Acude a un experto si sientes que no sabes cómo 'bajarle el ritmo' a tu día a día, un buen coach sabrá orientarte.

Solución personal

Te entendemos completamente si en este momento te sientes algo indecisa entre todo lo que deseas hacer y obtener, y todo lo que sientes que debes descansar… ¿hace cuánto no te vas a la cama a la hora que tu cuerpo te lo pide?

Esta conversación que debes tener contigo misma para saber cómo estás y qué necesitas es decisiva. Aunque tengas o no un jefe, nadie aparte de ti tiene tanto poder para planear tu vida como tu misma.

Hawking, el ejemplo de la no autocompasión

Tú decides qué haces con tu fin de semana o qué día o momento de la semana apartas para consentirte. Se vale salir a caminar, si es lo que deseas, pero tampoco está mal sentarte a oír música y estar un rato en absoluto reposo.

Te invitamos a hacerle frente a la culpa de ser improductiva con esta sencilla verdad: el descanso te ayuda a sacarle más provecho a tu tiempo y a tu mente, es decir, a la larga también hace parte de lo que te hace más productiva.

¿Llevas todo el día estudiando? ¿horas ante la pantalla del computador terminando un informe? Levántate, date una vuelta corta, mira por la ventana… has algo que te saque del mismo estado mental y te ayude a despejarte con un poquito de distracción y dispersión.

Bájale un poquito 'a la carrera' y recuerda que la vida no es una competencia por llegar a una gran meta, sino el reto de transitar un camino lleno de sorpresas, que vale la pena disfrutar. No te las pierdas por ir demasiado rápido.

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