Mitos y excusas comunes para no asistir a consulta

A continuación, discutiremos un poco algunos miedos y mitos que a veces nos detienen para agendar/asistir a una cita psicológica y hablar de lo que nos genera malestar: angustias, problemas, traumas, creencias irracionales, etc.

1. Si alguien se entera, ¡va a creer que estoy loco!":

Desde hace muchos años atrás, la creencia que quien visita al psicólogo debe estar loco ha limitado a las personas para buscar ayuda. Si bien, estudiar los trastornos y las enfermedades mentales ha sido siempre uno de los grandes intereses de la psicología, no es el único objetivo.

Nosotros estudiamos el comportamiento humano desde diferentes perspectivas, además nos ocupamos de promover la salud mental y prevenir que tu experiencia vital en el mundo se deteriore. Esto significa que incluso si no tienes un trastorno mental, puedes acercarte a un psicólogo cuando necesites ser escuchado por un profesional entrenado, que te ayudará a encontrar soluciones a lo que te inquieta, duele o incomoda desde el conocimiento, la experiencia y la objetividad.

Pueden ser motivos de consulta, por ejemplo: la tristeza, dificultades para controlar la ira, la baja autoestima, cuando tus relaciones interpersonales fallan, cuando tienes preguntas sobre tí mismo...situaciones que generan mal-estar y parecen normales, y que a veces no les prestamos atención hasta que afectan gravemente nuestro bien-estar en el mundo y es demasiado tarde. ¿Y tú, estás viviendo alguna situación que afecte tu bien-estar en el mundo?

2. "Una persona desconocida nunca me va a entender":

A veces escucho expresiones como "yo no voy a ir a contarle mis cosas a un desconocido". Y es entendible: no siempre es fácil compartir con los demás nuestros problemas, sentirnos comprendidos o aceptados, mostrarnos vulnerables o tener la esperanza de que nos puedan ayudar.Por eso, es importante buscar la forma que que tu terapeuta no sea un desconocido para tí, es decir, que te informes sobre su forma de trabajar, sobre los valores que guían su actuar en terapia, y su entrenamiento. Esto te brindará herramientas para hacerte una idea de qué le autoriza para escucharte, y te brindará más tranquilidad a la hora de tomar la decisión de agendar una consulta.Además, cuando emprendemos cualquier tipo de relación, lo primero que hacemos es establecer un espacio de empatía en donde podamos conocer al otro y sentirnos cómodos con su presencia. Por eso, lo más seguro es que cuando vayas a consultar con un psicólogo por primera vez, éste te pregunte más sobre tí y se presente adecuadamente. Te demostrará que compartirá contigo un espacio seguro de escucha, respeto, ecuanimidad, compasión y empatía. Y sobre todo, garantizará tu privacidad.

Recuerda que tu terapeuta es un profesional y se ha entrenado para trabajar en equipo contigo en la búsqueda de respuestas y soluciones a lo que te aqueja, con él podrás explorar las opciones terapéuticas que ofrece para seleccionar la que mejor se adapte a tí. ¿Te has dado la oportunidad de consultar con un psicólogo o psicóloga?

3. "Sólo va a querer decirme qué hacer":

Otro de los *mitos* más compartidos en nuestra sociedad sobre los psicólogos, es que te diremos qué hacer o te daremos consejos. Esta es una idea falsa.Lo que sí es cierto, es que durante la consulta trabajaremos para guiarte por un proceso de reflexión en el que analizaremos tu motivo de consulta y exploraremos tu sentir/pensar/actuar para encontrar herramientas (experiencias, emociones, aprendizajes) que te permitan comprender lo que estás viviendo y resignificar aquello que te aqueja. Formaremos un equipo. Estableceremos unas metas claras de tratamiento y crearemos estrategias de solución para que te sientas mejor, y aprendas a afrontar tu situación de una manera sana y constructiva. ¿Te le mides?#cuidomisaludmental #mfsalud

4. "Si le cuento mis cosas, se va a aterrorizar o me va a juzgar":

En las relaciones cotidianas rara vez nos atrevemos a contar nuestras peores experiencias, recuerdos, traumas de la infancia, miedos o errores. Es común que temamos ser juzgados por nuestro pasado porque sabemos que lo han hecho, o lo hemos hecho.Este temor a veces es llevado al espacio de consulta e inhibe al paciente para explorar sus vivencias y reflexionar sobre sí mismo. Porque el paciente sabe que su terapeuta también es un ser humano.Sin embargo, como ser humano, se ha preparado para escucharte sin prejuicios, para acompañarte en tu camino hacia el cambio en tu búsqueda de bienestar.Sí, también sentimos, y es precisamente por eso que sabemos que todos merecemos ser tratados con compasión, ecuanimidad y respeto.Nuestros conocimientos nos permiten analizar contigo esas experiencias y hacer lo posible por que en equipo encontremos la manera para que dejen de afectar tu paz interior, para resolverlas, y para seguir adelante.

5. "La terapia parece muy costosa"¨:

La mayoría de las personas contamos con una afiliación a un sistema de salud que administra el acceso a citas con médicos y especialistas que nos atenderán y medicarán. Lastimosamente, no suele ser tan fácil acceder a los servicios psicológicos por parte de este sistema de salud a pesar de contar con una ley que promueve la salud mental (en Colombia).Por esto, muchas veces, debemos acudir a consultorios y psicólogos particulares, o en su defecto, a fundaciones y corporaciones. El precio de las citas puede oscilar entre $50.000 y $200.000 de acuerdo a la especialidad del psicólogo y el tipo de terapia que ofrezca. Lo que representa un valor importante en las finanzas del paciente, principalmente si requiere sus citas en una semanales.Ese valor asusta, verdad? Pero si miramos la terapia psicológica como una inversión para nuestra salud y bienestar, y que tiene resultados que perduran a largo plazo, ya no parece tan costoso.Por otro lado, si lo comparamos con otros eventos de entretenimiento como conciertos, partidos de fútbol, o suscripciones a servicios multimedia, podríamos considerar que este tipo de eventos, si bien son necesarios para nuestro sano esparcimiento, podrían incluso costar mucho más y no necesariamente significan una inversión con resultados perdurables a largo plazo.

Algunos psicólogos tienen en consideración que no siempre se cuenta con una condición económica favorable como para sostener una terapia semanal. Por eso, estamos dispuestos a escuchar tus propuestas y a negociar opciones para ajustar la terapia a tus necesidades; después de todo, se trata de tí como paciente.

Tú eliges en qué invertir tu dinero, eliges tus prioridades y eliges qué esperas de tu bienestar a corto, mediano y largo plazo.

Te invito a compartir tus opiniones, comenta! te leemos.

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