Mamá eres mi igual
Mamá eres mi igual, mamá soy tu igual, y en esa igualdad aprendo a darte tu lugar, me reconozco cómo la pequeña y te tomo en mí.
Algunos consejos de crecimiento que te ayudarán a despegarte de lo que ya no es, y enfocarte en ti mismo.
- Al aceptar a nuestra madre, le decimos SI a la vida.
- Al aceptar a nuestra madre, empezamos a tomarla en nuestro corazón.
- Al aceptar a nuestra madre, quitamos expectativas a su proceder.
- Al aceptar a nuestra madre, podemos verla con los ojos de la bondad.
- Al aceptar a nuestra madre, tomamos el regalo de vivir, para dejar de sobrevivir.
La madre es la primera patria, la iniciación a la vida, debemos empezar por dejar de pedirle, porque ya nos dio el derecho de llegar aquí, ahora nos corresponde tomar ese regalo, y hacer un buen uso de él. Y para poder hacerlo, necesitamos empezar por crecer emocionalmente desde una conciencia adulta, y dejar de hacerle pedidos como lo hace una niña de 5 años.
Ahora somos adultas y es nuestra responsabilidad darle luz a nuestras sombras internas, para empezar a construir desde nuestras propias habilidades.
Eres un diamante en bruto, y en tus manos están las herramientas para pulirlo
Lina María Mejía - El Arte de Acompañar
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