​Los celos patológicos requieren ayuda profesional

¿Quién no ha sentido celos en algún momento? Los celos aparecen como una reacción normal en algunas situaciones, como cuando un compañero de estudio obtiene mejores notas, un colega de oficina recibe un ascenso, cuando sentimos que un hermano es tratado con preferencia o cuando alguien tiene el éxito que nosotros quisiéramos tener.

Popularmente se dice que sentir un poco de celos es normal en una relación de pareja, y lo es si aparecen cuando nos sentimos frente a una amenaza, como una reacción al miedo de perder el cariño, la atención o la compañía de la persona que amamos. El problema empieza si se pasa de la raya y se torna obsesivo el tema.

De un estudio realizado en Estados Unidos, con 651 individuos encuestados, el 33% de las parejas han sentido celos o creen que son "una consecuencia inevitable del amor verdadero", osea que además de ser una problemática creciente es socialmente aceptada.

Para entenderlo Sigmund Freud catalogó a los celos en tres niveles:

• Los 'normales' que se traducen en la tristeza que se siente cuando se cree perdida a la persona u objeto amado.
• Los que surgen como proyección relacionada a una infidelidad o el deseo de tenerla.
• Los delirantes, también denominados 'celotipia', que destruyen a la pareja a través de la obsesión que de no ser tratada puede terminar en un problema patológico.

Si hay celos en la relación porque hubo un antecedente de infidelidad es comprensible en principio, pero luego si aparecen sentimientos de rabia invasivos, deseos de venganza y agresividad, no lo son. Aunque haya 'motivos' siempre que el sentimiento sea permanente y la persona celosa explote hasta con circunstancias mínimas que solo existen en su cabeza, hay que buscar ayuda profesional.

A diario en las noticias se comparten historias insólitas relacionadas a los celos: parejas que atacan al cónyuge con ácido, queman sus pertenencias y todo tipo de maltrato. Según la Fiscalía General de la Nación, en Colombia la violencia intrafamiliar y la violencia de parejas fue el delito con mayor crecimiento en el 2016, compuesto en gran parte por golpizas, asesinatos, agresiones verbales y psicológicas, y hasta suicidios u homicidios derivados de los celos.

Sí se puede superar una infidelidad

Creer que la pareja es una posesión o que es indispensable para poder vivir, es una condición preocupante donde se siente el derecho de acosar al otro esculcando en sus bolsillos, espiando los chats de su celular y descifrando las claves de las redes sociales. Pero ojo, convertirse en el hacker de los correos de la pareja no es una demostración de amor, ni es normal, es la muestra de un trastorno obsesivo.

Perfil de un celoso enfermizo

Cualquiera que desarrolle este sentimiento de forma patológica verá surgir bastantes cosas desagradables de sí mismo. El celoso siente tristeza, ansiedad y arrebatos agresivos de manera permanente. Cae en conductas como seguir a su pareja y alimenta su trastorno con pensamientos muy negativos en los que usualmente imagina infidelidades y traiciones.

El celoso obsesivo vive un desgaste continuo, pues la obsesión no le da descanso y va agotándolo a él y asfixiando a la relación. Convierte la vida en una prisión para él y su pareja, aprendiendo a manipularla para conseguir lo que quiere del otro: Amenazando con hacerse daño o hacerle daño a otros, por ejemplo.

¿Si soy celoso, sufro de un tipo de neurosis?

Sin embargo el origen de este problema puede venir de diferentes fuentes que generalmente están asociadas a problemas de abandono en la infancia, relaciones frágiles y falta de amor propio. De ahí lo importante de atender estos asuntos pendientes a través de procesos terapéuticos en pareja.

Cuando existe un precedente de problemas como falta de amor por parte de los padres será muy común buscarlo en personas como nuestra pareja, pero nadie está en condiciones de darnos lo que no recibimos de ellos. Los padres son quienes acompañan al niño a construir la estructura mental y emocional, de autoestima, respeto a sí mismo y capacidad de amar y ser amado, necesaria para la vida.

Los celos: 'La certeza de lo que se imagina'

Los celos se consideran patológicos cuando el celoso ya no está conforme con ninguna explicación o evidencia que demuestre que las traiciones que ha tejido en su mente son espejismos. Está tan convencido de que la intención de su pareja es abandonarlo que comete locuras arrastrado por un impulso interno irracional que intenta comprobar el engaño a como dé lugar.

Celos, el primer paso para acabar con la confianza.

Cuando hay auto respeto, la fidelidad se pide y se espera sin acudir a vigilancia sin razón; pero el que no lo siente, padece la enfermedad de los celos obsesivos con la que se convierte en un personaje diferente que sufre de respiración agitada y sudor excesivo al interrogar exageradamente a su pareja, al repasar sus rutinas y acorralarla con tal de 'sacarle' confesiones así sean falsas (producto el miedo o el cansancio por parte del otro).

Las parejas que sufren el problema de los celos enfermizos pierden su armonía y se balancean en un ciclo repetitivo:

• Reposo: Etapa en el que el celoso le ruega a su pareja que no lo deje y le ayude a superar su problema. Se compromete con tomar terapia y parece normal.
• Activador: Momento en el que explota por una circunstancia externa o interna y se transforma en el personaje que prometió no volver a ser, busca pistas para validar el engaño del que está convencido.
• Crisis: Está enceguecido por su dolor y soledad. Reclama por sentirse abandonado, actúa de manera infantil y descarga toda su angustia. Es agresivo.
• Arrepentimiento: Tiene un respiro en el que se da cuenta de su comportamiento enfermizo y se disculpa. Habla con quien haya servido de mediador, promete todo lo que se le pida con tal de no perder a la persona que ama y cumple temporalmente hasta que vuelve a empezar...

Estas relaciones desequilibradas se convierten en una agonía tanto para el enfermo como para la persona que muchas veces le acompaña en la co-dependencia, alimentando y permitiendo estos episodios.

Sigue estos consejos para combatir los celos e inseguridades en tu relación.

Todo tiene su límite, la pareja puede resolver la enfermedad de los celos compulsivos comprometiéndose en la búsqueda de una solución terapéutica. El camino a la recuperación empieza por el reconocimiento del problema por parte del individuo que padece la enfermedad, ya en pareja lo fundamental es aprender a escuchar al otro, dialogar tranquilamente del tema, ser comprensivos y prudentes con el lenguaje, no tratarse con agresividad, burla o sarcasmo ante otros, sino apoyarse como un equipo.

En cifras de la Fiscalía de más de 99 mil denuncias por violencia intrafamiliar en Colombia durante el 2016, un 40% se dio entre parejas y más del 50% de los agresiones entre familiares se originaron por celos, infidelidades y el alcohol. El tema es tan serio que desde el 2014 la Corte Constitucional considera los celos enfermizos como un motivo válido para otorgar el divorcio. Si es su caso, no espere llegar al punto de las agresiones para ser atendido por expertos, busque ayuda profesional.

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