La Mente indigestada

Mantener la mente ocupada es la recomendación que nos dan para que no lleguen los "malos pensamientos"…. Los pensamientos "ociosos". Si tenemos algún problema la premisa es pensarlo y repensarlo hasta solucionarlo.

Esta mañana mientras me despertaba me llegó una pregunta: ¿Por qué más bien no vaciar la mente?, Por qué más bien no desocupar la mente para encontrar la claridad que nos permita solucionar?. (De esto nos han hablado mucho). Al fin y al cabo no todas las respuestas nos las da la razón. De hecho las grandes innovaciones en el mundo surgieron de un espacio más profundo, de mayor sabiduría en aquel ser humano que vio algo no pensado.

He descubierto que la mejor manera de comprendernos es observar a la misma creación, donde todo funciona de manera sinérgica y perfecta, con leyes que nos regulan a todos y son como principios de vida.

Y se me ocurría que con la mente pasa algo parecido a lo que ocurre cuando hacemos algo tan natural como alimentamos, tenemos acceso a diferentes tipos de alimentos…Pero tenemos algunas preferencias… algunos toman aquellos alimentos que le proveen nutrientes, otros saben que necesitan comer, saciarse y lo hacen con cualquier alimento incluso en ocasiones con aquellos llamados "alimentos Chatarra", que si bien es cierto calman el hambre, no nos benefician. Otros comen hasta enfermarse, otros comen poco. Sin embargo TODOS naturalmente preferimos hacer ayuno o comer liviano si nos hemos pasado de la raya.

Así creo que pasa con la mente tenemos un buffet de pensamientos constantemente, ideas ya creadas, ya compartidas, ya pensadas por mi o por otros. Y este es otro de los aprendizajes que he vivenciado y es que los pensamientos están allí, en el mundo de la razón. Sin embargo, Todos ellos están allí dispuestos, pero no los tomamos todos, así como nuestro estómago, para la mente sería imposible pensar en todo al mismo tiempo. Pero cuando un pensamiento nos llama la atención, parece que quisiéramos repetirlo, una y otra vez, se nos antoja incluso si sabemos que es muy alto en azúcar, o en grasas. Con el pensamiento también nos ocurre, lo masticamos y lo masticamos así no queramos o podamos digerirlo.

Hace poco hablaba con un cliente que se sentía agotado de tener que lidiar con tantos problemas en su empresa y requería una pronta solución. Sin embargo, cuando intentábamos buscar alternativas, volvía nuevamente a la situación que lo atormentaba, no lograba ver una salida. Sus pensamientos eran repetitivos, como nos pasa muchas veces… Se repetía nuevamente el problema con todos los diagnósticos posibles de lo que estaba pasando. Entonces fue necesario que hiciéramos un alto, era inoficioso resolver algo desde el mismo punto de creación del problema. Al regresar cruzamos unas palabras y me dijo ya sé que es lo que me ha faltado hacer y sorprendentemente pronunció palabras muy sabías que lo llevaron a reconocer una falla estructural de su empresa.

De igual manera pasa en nuestra vida personal, cuando deseamos resolver una situación nos afanamos por solucionar, por cambiar y eso implica que nuestra mente se entretiene con mil pensamientos: con preguntas y frases como: ¿Qué hago? Como me pasa esto a mí? Otra vez estoy en lo mismo? Es que yo no he aprendido" Es que no sirvo para… Ya no puedo más, esto es insoportable… etc.

Sin embargo, en ese afán de mantener la mente ocupada en ocasiones se nos llena hasta "indigestarse". Y depronto naturalmente se nos ocurre hacer el ayuno o comer liviano y de pronto nos decimos: Bueeeno… esto no es tan grave como creía. Bueno… y si eso que tanto me angustia llegara a pasar que tan malo sería? O simplemente decimos ya no voy a darle más vueltas a esto que pase lo que tenga que pasar. Y dejamos pasar esos pensamientos que nos pre-ocupan.

Lo más mágico del caso es que cuando soltamos…las respuestas y las soluciones más creativas llegan. De hecho la vida misma empieza a poner todo en su lugar, inclusive lo que parecía imposible.

A lo que te invito con esta reflexión es a mirar en otra dirección, a romper algunos paradigmas que nos hemos creído durante años. A que recuerdes que tu naturaleza es tan perfecta como la misma creación. De hecho eres parte de ella. No hay nada que tengas que hacer para ser mejor. Solo permítete fluir con tu propia esencia. Hacer ayuno en tu mente, recordando que en el camino nos encontraremos desvíos, tormentas, días soleados, pero tenemos la capacidad innata de saber qué hacer en cada uno de ellos.

Me despido con este maravilloso mensaje de la investigadora Ruth Chang… Y recuerda que cuando gustes podemos tener una conversación.

"Las elecciones difíciles son oportunidades preciosas para celebrar lo especial de la condición humana. Las razones que rigen nuestras elecciones (sean correctas o incorrectas) a veces se agotan. Y es aquí en el espacio de las decisiones difíciles que tenemos el poder de crear las propias razones para volvernos las personas singulares que somos, por eso las elecciones difíciles son una bendición del cielo".

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