La convivencia escolar y la prevención de la violencia

La Ruta de Atención para la Convivencia Escolar tiene como objetivo responder a las necesidades de la institución educativa, fortaleciendo el desarrollo de la convivencia y previniendo la violencia, generando acciones y ejercicios en los campos de derechos humanos y derechos humanos sexuales y reproductivos, y atendiendo responsabilidades en el campo de atención de los distintos sectores que conforman al ambiente educativo.

La Ruta propone acciones que se evidencian en los estamentos educativos, realizando procesos que respondan a sus cuatro componentes que son:

• Promoción
• Prevención
• Atención 
• Seguimiento

De cada componente se hace un seguimiento en cada contexto y  se identifican sus fortalezas y debilidades con el propósito de mejorarlas.

La Ruta de Atención Integral se maneja desde tres comités:

1. El Comité Nacional
2. El Comité Departamental - Distrital 
3. El Comité Municipal 

El Comité Escolar de Convivencia se encarga de promover, prevenir, atender y seguir en el fomento del mejoramiento del clima de convivencia, con el objetivo de generar un ambiente favorable que permita construir un entorno que permita el ejercicio de los derechos humanos.

Se interviene oportunamente en los comportamientos que pueden afectar la realización de los mismos, asistiendo a los miembros de la comunidad educativa frente a situaciones que pueden afectar la convivencia de la comunidad y evaluar las estrategias y acciones desarrolladas por actores e instancias del sistema nacional de convivencia escolar, las cuales deben atender a los siguientes aspectos que se pueden presentar.

Situaciones que afectan la ruta de atención integral 

Entre las situaciones que pueden afectar la convivencia escolar se encuentran:

• Conflictos que se manejan de manera inadecuada: generan situaciones que pueden incidir negativamente en el clima escolar.
• Agresión y acoso escolar (que no presentan las características de un delito): deben ser acciones que sea repetitivas y que cause daños físicos y/o psicológicos.
• Actos que atenten contra la libertad, integridad y formación sexual.

Todo ello debe ser manejado desde el Manual de Convivencia, que se encarga de manejar las pautas y el acuerdo de convivencia de toda la comunidad educativa. A partir de allí se llevan a cabo medidas pedagógicas y alternativas de solución frente a las situaciones que afectan la convivencia escolar y el ambiente educativo.

Qué se debe tener en cuenta en la ruta de atención integral 

La ruta de atención integral se aborda desde cuatro componentes:

1. La promoción se encarga de fomentar el mejoramiento de la convivencia y permite el desarrollo de un clima escolar adecuado, que facilita el desenvolvimiento de los estudiantes y adaptación al ambiente escolar, para el ejercicio efectivo de los Derechos Humanos de los alumnos.
2. En el componente de la prevención, el campo de acción que se interviene son los comportamientos que pueden afectar la realización efectiva de esos derechos, y evitar que se constituyan en patrones de conductas inadecuadas que alteren la convivencia de los miembros de la comunidad educativa.
3. A su vez, la atención hace posible asistir a los miembros de la comunidad educativa frente a situaciones que pueden afectar la convivencia escolar y el ejercicio de los Derechos Humanos. Pero se previenen mediante la aplicación de protocolos internos de los establecimientos educativos.
4. Finalmente, las entidades del Sistema Nacional de Convivencia Escolar deben realizar permanentemente el seguimiento de las estrategias que promuevan y fortalezcan y la promoción y fortalecimiento para la ciudadanía, la convivencia escolar y los derechos humanos.

Otros protocolos y conclusiones finales

También se debe tener en cuenta varios protocolos entre ellos: mediar de forma pedagógica con las personas adecuadas, fijar formas de solución de manera imparcial que permitan la reparación de los daños causados, estableciendo compromisos, haciendo seguimiento que brindan obtención inmediata de salud física y psicológica de los afectados remitiendo la situación a las autoridades administrativas.

Para concluir, debo decir que el propósito de la ruta es proponer una herramienta pedagógica que facilite su comprensión de las acciones propuestas en la misma a partir de sus cuatro componentes e su debido cumplimiento, su significado, actividades que plantea, necesidades que debe atender como se desarrolla y como se debe incluir la participación a la comunidad que va dirigida.

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