El reto de la paternidad en nuestros días

Pese a las múltiples ocupaciones que tenemos a diario, debemos seguir ciertas pautas para moldear el carácter de los hijos de manera firme y cariñosa. La disciplina, en este contexto, juega un papel fundamental para establecer límites de conducta.

2 MAY 2016 · Lectura: min.
El reto de la paternidad en nuestros días

Por: Loreana Bello*

Inmersos en un estilo de vida demandante en el que las exigencias del trabajo, los desafíos personales, el hogar y los quehaceres del día a día comprometen el tiempo, hombres y mujeres intentan cumplir con uno de sus roles más importantes: el de la paternidad.

El ejercicio de la paternidad implica la formación y modelaje de los caracteres de los hijos, siendo determinante la influencia y la calidad de maestros que puedan llegar a ser quienes ejercen este rol. Estos aspectos hoy en día se convierten en desafíos.

Ahora bien, ¿cómo enfrentar estos desafíos? Los padres son quienes construyen un sistema firme de valores morales y se preocupan por formar y modelar el comportamiento de sus hijos teniendo este sistema como base. Visualizando a sus hijos como piedras que poco a poco se van modelando y transformando en joyas preciosas.

Los padres que quieren ejercer una paternidad exitosa, deben tener presente que sus hijos aprenden lo que viven, por lo tanto deberán preocuparse por ser la mejor imagen en el espejo para ellos. La influencia de los padres debe ser positiva, ya que sus hijos actuarán como ellos lo hacen.

El desafío de ser maestros en casa implica el dedicar tiempo de calidad a la enseñanza de habilidades para la vida, manteniendo expectativas altas en relación con las capacidades que sus hijos poseen, motivándolos y mostrándoles confianza en el potencial que cada uno de ellos posee.

El reto de la disciplina

Otro desafío de la paternidad hoy en día, es el de la disciplina. Muchas veces se piensa que la disciplina se logra solo con castigo físico, pero la verdad es que la esencia de disciplinar está en enseñar a vivir con principios morales y bajo el establecimiento de límites. Los padres solo necesitan tener firmeza para establecer, mantener y hacer cumplir los límites.

Se logran resultados positivos en la formación de los hijos aplicando una disciplina fundamentada en la enseñanza con amor, más que con el uso de actos punitivos o duros. Si se disciplina, el niño desarrolla un control interno, que a través de la obediencia le permitirá funcionar dentro de la familia y luego de la sociedad siguiendo reglas y normas establecidas.

La disciplina es responsabilidad principal de los padres. Algunas de las estrategias que pueden aplicarse al disciplinar, son las siguientes:

  • Es necesario establecer un plan de acción que establezca lo que desea lograr en la conducta de su hijo.
  • Paciencia al esperar que se desarrolle la conducta deseada.
  • Manifestar consistencia, siempre se debe enseñar la conducta deseada y sancionar la que no esté correcta.
  • Ambos padres deben ponerse de acuerdo para establecer las reglas.
  • La disciplina no depende del estado de ánimo que papá o mamá puedan tener.
  • Disciplina fuerte, pero al mismo tiempo amable.
  • Consistencia y supervisión a pesar del poco tiempo compartido.
  • Aplicar el sistema de premio-castigo (consecuencia negativa-positiva) de acuerdo a la falta cometida.
  • Negociar las acciones por las faltas cometidas y el obtener privilegios por los buenos comportamientos.

Al aplicar disciplina, la comunicación se convierte en otro reto para los padres. Una comunicación clara, directa y abierta facilita el desarrollo de un clima familiar positivo. Saber comunicarse no es sólo "el saber decir" sino también "el saber escuchar". Cuando la comunicación se desarrolla teniendo en cuenta el escuchar a la otra persona y el respeto mutuo se obtienen grandes beneficios.

La manifestación de comportamientos positivos o negativos por parte de los hijos en el futuro, depende de los padres. Es por eso que hoy en día quienes ejercen el rol de padres deben comprometerse a enfrentar estos desafíos con valor, y llegar a ser padres que:

  • Modelan y forman el carácter de sus hijos.
  • Se esfuerzan por hacer de su hogar un pedacito de cielo en la tierra.
  • Se preocupan por influir positivamente en la vida de sus hijos.


*Loreana Bello es psicorientadora con máster en Abordaje Conductual y concursante de Neuropsicopedagogía.

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Escrito por

Psicóloga Infanto - Juvenil Johanna Escobar Flórez

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