El 'asesino de Facebook' reabre el debate sobre los límites en redes sociales

Poner límites a las redes sociales genera polémica porque algunos usuarios defienden su derecho a compartirlo todo. Sin embargo, los contenidos inapropiados son cada vez peores.

21 ABR 2017 · Lectura: min.
El uso responsable de las redes sociales implica no sobreexponerse con fotos o mensajes sobre la vida privada, ni mucho menos exponer a los menores de edad.

Domingo, 16 de abril de 2017. Un hombre de 37 años, llamado Steve Stephens, sube un video en Facebook en el que muestra cómo acaba de asesinar a Robert Godwin. Stephens aprovecha la red social para grabarse a sí mismo mientras llama a un amigo y le explica que se está volviendo loco, que ha asesinado a trece personas al azar y que seguirá haciéndolo hasta que la policía lo atrape. Entre el domingo y el martes, decenas de personas le dejan videos y mensajes en su muro, insultándolo y amenazándolo de muerte. El círculo se cierra el martes 18 de abril cuando Stephens se suicida en su propio vehículo al verse acorralado por la persecución policial. Stephens ya pasó a la historia como "el asesino de Facebook".

¿Cuáles deben ser los límites de Facebook, de las redes sociales en general? ¿Por qué resulta tan fácil transmitirlo todo, incluso actos violentos? ¿Qué motiva a una persona a "exhibir" sus lesiones, su propia muerte o el asesinato de otros?

Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, ofreció condolencias públicas a los familiares y amigos de Robert Godwin y aseguró que "la compañía trabajará todo lo que pueda para evitar que ocurran tragedias similares".

Lo primero que hace Facebook ante este tipo de transmisiones o publicaciones es marcarlas como "inapropiadas". Ante la avalancha de denuncias, puede bloquear al usuario y eliminar sus contenidos, pero hasta que ese momento llega, ha pasado el tiempo suficiente para que otros usuarios guarden y compartan el contenido por otras vías. Entonces, vuelve la pregunta de fondo ¿quién pone los límites? ¿la red social o los usuarios?

"Muchas personas se sienten cómodas exponiendo hechos de su vida, intimidades y opiniones en las redes sociales con una falsa sensación de seguridad, pero lo que cuenta es que la violencia virtual puede implicar mucho impacto y generar daño como cualquier otro tipo de violencia", explica la psicóloga Maite Hammoud.

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De hecho, una de las principales preocupaciones de educadores y padres es el acoso escolar mediante redes sociales. El fenómeno conocido como Ciberbullying puede arruinar la autoestima de las víctimas y generalmente sale a la luz cuando ya es demasiado tarde. Para el psicólogo David Londoño, es clave que en las familias se aborde el tema de la intimidad, de la importancia de no publicarlo "todo" en redes sociales. "Es muy importante brindar educación en torno a que no todo debe estar en Internet, porque así comprendendrán que deben cuidar su propia vida y su propia intimidad. En un mundo en el que todo es público, es posible que el mayor tesoro sea la propia privacidad", indica Londoño.

Cuando hablamos de comportamiento violento explícito frente al celular con el ánimo de compartirlo en redes sociales, la psicóloga Hammoud indica que "una persona puede sentirse motivada a cometer un crimen o amenazar como una forma de llamar la atención o un intento desesperado por ser visto". También es posible que sienta el deseo convertirse en una leyenda, en alguien memorable o inmortal y las redes sociales "pueden ser una herramienta fácil para lograr reconocimiento a gran escala, de manera independiente y ágil, la comunicación o la exposición, independientemente de los motivos".

Está claro que el uso responsable de las redes sociales implica no sobreexponerse con fotos o mensajes sobre la vida privada, ni mucho menos exponer a los menores de edad. Sin embargo, quien busca popularidad se valdrá de cualquier tipo de contenido para "ganar más me gusta".

Al respecto, el psicólogo Felipe Cabra es partidario de una mayor psicoeducación desde la infancia en vez de imponer medidas de control. "Aunque no está de más el aumento de la censura, funcionaría mejor la psicoeducación (tanto en la escuela como en la dinámica familiar) a fin de mitigar comportamientos inadecuados. Recordemos que, en las sociedades mientras más prohibiciones existan frente a situaciones específicas, más estrategias se crean para violentarlas. Por eso la psicoeducación es el mejor camino".

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Revisado: María Fernanda Medina

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