Dejar de fumar es más fácil con ayuda profesional

Se calcula que solo uno de cada diez fumadores pide ayuda profesional para dejar el cigarrillo. Sin embargo, las terapias son más eficaces que la débil voluntad.

27 MAY 2016 · Lectura: min.
La nicotina es difícil de abandonar porque es un alcaloide que activa los circuitos cerebrales responsables del placer

Según la encuesta sobre tabaquismo, elaborada por el Ministerio de Salud, el 12,8% de los colombianos adultos fuma cigarrillo y esta conducta es mucho más extendida entre los hombres (19,5%) que entre las mujeres (7,4%). Pese a la cantidad de campañas educativas para evitar que los adolescentes caigan en el tabaquismo o para impulsar el abandono del cigarrillo, los datos siguen demostrando que esta es una de las adicciones más arraigadas.

La nicotina es difícil de abandonar porque es un alcaloide que activa los circuitos cerebrales responsables del placer. La gran mayoría de los fumadores reconoce que el hábito es dañino y saben que estarían mucho más saludables si lo dejaran pero "más del 85 por ciento de los que tratan de dejar el hábito sin ayuda recaen, la mayoría en una semana", indica el National Institute on Drug Abuse.

Si el fumador sabe que el cigarrillo es nefasto para su salud física y emocional, ¿qué puede hacer para abandonarlo? La fuerza de voluntad es fundamental, pero no suficiente. Según los psicólogos especialistas en el tema, es importante tener un motivo importante para abandonar el cigarrillo. La motivación debe ser lo suficientemente convincente para el inconsciente. La llegada de un hijo, la inminencia de una cirugía, las consecuencias evidentes en la salud, la necesidad de no padecer secuelas en la piel o en los dientes, la insistencia de un ser querido son algunos de los motivos más recurrentes para que el fumador decida poner fin a un hábito que sabe que es dañino.

Buscar ayuda

La búsqueda de ayuda profesionaltambién impulsa al fumador y además, está comprobado que el acompañamiento es fundamental para alcanzar el objetivo deseado. Según un reciente estudio publicado por Pfizer España, "una conversación de entre 2 y 5 minutos con el profesional duplica las posibilidades de éxito de dejar de fumar de manera definitiva. El sanitario (psicólogo o médico) cuenta con la información y recursos necesarios para facilitar el proceso de dejar de fumar".

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El fumador también debe tener claras las consecuencias de dejar el cigarrillo. Lo primero para lo que tiene que estar preparado es el síndrome de abstinencia. El que abandona el cigarrillo siente que está más irritable, que tiene deseos insaciables de volver a fumar, que puede desconcentrarse con mayor facilidad y que le ha aumentado el apetito. Esta última razón motiva a muchos a volver al cigarrillo, porque les da miedo engordar. En este sentido, los profesionales recomiendan mantener a mano sustitutos de la pulsión oral como los caramelos masticables bajos en calorías (con dosis mínimas de nicotina) o frutos secos que calmen el hambre y la ansiedad sin consecuencias notables en el aumento de peso.

Después de 15 días ya pasa lo peor del síndrome de abstinencia y el ex fumador ya puede sentirse aliviado: ha pasado el período más crítico.

También es importante que, además del acompañamiento de un psicólogo, el ex fumador cuente con presión social. Contar a familiares, amigos y compañeros de trabajo que está en el proceso de abandono del tabaquismo le generará presión en la medida en que los demás lo animen a seguir con el tratamiento.

Cambiar de hábitos también estimula el proceso de abandono del cigarrillo. Si la costumbre era salir al balcón de la casa a tomarse el café con el cigarrillo o 'desconectar' de la oficina en el rincón habilitado para los fumadores, ahora tendrá que encontrar otros espacios disponibles para estar tranquilo, pero sin el cigarrillo en la mano.

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El bolsillo también notará el cambio de hábito. Si cada semana, el ex fumador guarda en una alcancía las monedas correspondientes al paquete (o paquetes) de cigarrillos que acostumbraba comprar, notará que es mucho el dinero que invertía en aquel 'vicio' y se sentirá mucho más satisfecho consigo mismo.

Por último, es importante tener en cuenta que esto es un proceso y se van alcanzando metas poco a poco. Dejar de fumar un día y convertirse en deportista al día siguiente no tiene mucho sentido y puede conllevar una tremenda frustración si no se consiguen los objetivos trazados. Es más razonable irse fijando propósitos fáciles de alcanzar en un tiempo límite y luego, ir superando metas cada vez más difíciles pero posibles.

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