¿Cómo promovemos la convivencia escolar?

La convivencia escolar según Chávez (2018) es la acción de convivir y relacionarse con otras personas en un ambiente educativo de manera pacífica y armónica que hacen parte de la comunidad educativa, y sus objetivos se enfocan en un desarrollo integral.

Carbajal (2018) la entiende como el proceso en el que todos los miembros de la comunidad educativa participan y a aprenden a vivir con los demás y es una perspectiva que promete abordar las problemáticas que las instituciones educativas tienen.

En Colombia existen herramientas que promueven la convivencia entre estudiantes. Una de ellas es La Ruta de Atención para la Convivencia escolar que de acuerdo a la Ley 1620 de 2013.

Tiene como objetivo responder a las necesidades de la institución educativa, fortaleciendo el desarrollo de la convivencia y previniendo la violencia, generando acciones y ejercicios atendiendo responsabilidades en el campo de atención de los distintos sectores que conforman al ambiente educativo.

Responde a las necesidades de acuerdo a las áreas y énfasis que le competen en derechos humanos, sexuales y reproductivos, con la finalidad de formar a los estudiantes en las áreas de promoción y crear un ambiente seguro dónde pueden estudiar, prevenir todo acto de violencia y discriminación, atender las necesidades que los estudiantes y la institución presenten.

Situaciones que pueden afectar la convivencia escolar 

• Conflictos que se manejan de manera inadecuada generan situaciones que pueden incidir negativamente en el clima escolar.
• Agresión y acoso escolar que no presentan las características de un delito, deben ser acciones que sea repetitivas y que cause daños físicos y/o psicológicos.
• Actos que atenten contra la libertad, integridad y formación sexual.

Todo ello debe ser manejado desde el Manual de Convivencia, que se encarga de manejar las pautas y el acuerdo de convivencia de toda la comunidad educativa. A partir de allí se llevan a cabo medidas pedagógicas y alternativas de solución frente a las situaciones que afectan la convivencia escolar y el ambiente educativo (Delors, 1996).

Otros protocolos y conclusiones finales

También se debe tener en cuenta varios protocolos entre ellos mediar de forma pedagógica con las personas adecuadas; fijar formas de solución de manera imparcial que permitan la reparación de los daños causados, estableciendo compromisos, haciendo seguimiento que brindan obtención inmediata de salud física y psicológica de los afectados remitiendo la situación a las autoridades administrativas (Cssasús 2005).

Para concluir, debo decir que el propósito de la ruta es proponer una herramienta pedagógica que facilite su comprensión de las acciones propuestas en la misma a partir de sus cuatro componentes y su debido cumplimiento, su significado, actividades que plantea, necesidades que debe atender, cómo se desarrolla y cómo se debe incluir la participación a la comunidad que va dirigida.

Referencia bibliográfica

Casassús, J. (2005). La escuela y la (des) igualdad. México, D. F.: Castillo.

Carbajal, P. (2018). Building democratic convivencia (peaceful coexistence) in classrooms: Case studies of teaching in Mexican public schools surrounded by violence (tesis de posgrado). Institute for Studies in Education, University of Toronto, Ontario, Canada. http://hdl.handle.net/1807/89835

Chávez, C. (2018). Enfoques analíticos y programas educativos para gestionar la convivencia escolar en México. Revista Posgrado y Sociedad, 16(2), 1-18.

Delors, J. (1996). La educación encierra un tesoro. Informe de la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI. Madrid, España: Santillana/UNESCO.

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