Cómo compartir la custodia de los hijos ante un divorcio

Una separación es un momento en el que el dolor es inevitable, sin embargo cuando hay niños de por medio la situación es mucho más complicada porque el riesgo de que salgan heridos y/o marcados, es muy elevado.

Las opiniones de los psicólogos expertosestán divididas. La Dra. Mila Arch Marín autora de "La evaluación psicológica forense en el ámbito de la familia", comenta a grandes rasgos que quienes defienden la idea de la custodia exclusiva se apoyan en la necesidad de estabilidad en las rutinas del niño, mientras quienes hablan de la 'coparentabilidad' (tenencia compartida), se enfocan en el derecho fundamental del menor de disfrutar de ambos padres.

Pero por otro lado los psicólogos también afirman que generalizar en un tema tan sensible como la custodia compartida no es útil, pues las circunstancias de cada caso varían mucho y dan un giro totalmente diferente a lo que se pueda pensar desde lejos. Lo que sí puede ayudarnos es aprender cómo manejar de forma acertada una separación en pro del bienestar de los hijos, que serán el lazo que los siga uniendo y que ambos deberán respetar. ¿Qué aconsejan los expertos?

1. Pensar en ellos

Sin importar cómo haya terminado la relación sentimental, cuando hay niños de por medio su bienestar debe ser la prioridad de ambos y para ello es urgente dejar las rabias y rencores de lado cuando estén presentes o cuando se tengan que tomar decisiones tan relevantes como el lugar donde vivirán o el tiempo que compartirán con uno u otro.

El rol de la paternidad no se pierde cuando hay un divorcio así que tenga cuidado con que sean los celos o las revanchas lo que lo alejen.

"Con la aplicación de la custodia compartida, padre y madre deberán equilibrar su dedicación a la "familia", la que ahora formarán con los hijos y sin la pareja con quien los comparten; una familia paralela, divergente y convergente, porque se comparten aquellas pequeñas personas a las que la ley siempre pone como principales beneficiarios", afirma el psicólogo Eduard Hervás en un artículo relacionado.

2. No ponerlos en medio del conflicto

Al hablar mal de la ex pareja frente a los niños muchos creen que no están haciendo ningún daño porque en su criterio están "diciendo la verdad", pero no hay que perder de vista el hecho de que existe una relación y un vínculo muy especial y permanente entre el pequeño y su padre/madre, que podría contaminarse o predisponerse a raíz de los comentarios que escuche.

Señalar los errores de la otra persona delante del niño es pasar por encima del hecho que este no tiene las herramientas para tener un criterio aislado y que además todo lo dicho puede estar hiriéndolo profundamente.

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3. No desahogarse con ellos

Comúnmente la rabia lleva a muchos a hablar sin ningún filtro como comentábamos anteriormente, sin embargo también hay casos en los que incluso se usan a los hijos como canal para desahogarse.

Este error debe evitarse y para ello la mejor decisión es consultar con un experto para resolver los asuntos que le perturban o en caso de requerirlo, acudir a terapia familiar para sobrellevar el cambio que implica un divorcio.

En palabras de la psicóloga Soledad Muruaga López de Guereñu: "Según la Teoría del Apego, el sentimiento de seguridad de los/as menores depende de la seguridad de su vínculo con sus figuras de apego tempranas y la calidad de estas relaciones sirve como modelo de relación en su vida adulta".

4. Evitar usarlos

Los niños son muy sensibles y aunque algunos no lo noten, son bastante receptivos a su entorno. Usarlos para herir a la ex pareja es una constante entre muchas parejas que terminan en circunstancias llenas de agresividad y violencia psicológica.

Unirse en torno a su felicidad es lo más importante en estas circunstancias. Los egos, los errores y las relaciones dañadas muy probablemente necesiten sanarse y perdonarse, pero no habrá un retorno, pero a lo que se vea expuesto el pequeño es algo trascendental en lo que sí es posible tener un buen resultado.

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