¿Alguien por favor quiere pensar en los niños?

Si algo caracteriza a las serie de televisión Los Simpsons es la capacidad que tiene de actuar como un reflejo de nuestra sociedad, haciéndonos ver tanto nuestras virtudes como nuestros defectos y esto último es el tema que abordaré en este artículo.

Hace una semana la sección del programa 'Sábados Felices' llamada 'Sábados Felicitos' tuvo como protagonista al pequeño Juan Felipe ya que le hicieron una pregunta que además de causar controversia, hería suceptibilidades. Durante la sección, el presentador le pidió a Juan Felipe que pusiera un ejemplo sobre corrupción y el niño respondió: "Uribe". Desde entonces tanto el pequeño niño como sus padres han sido víctimas de amenazas e insultos por parte de usuarios de la red social Facebook.

La Biblia dice que "quien esté libre de culpa, que tire la primera piedra" y ¿por qué hago alusión a esta frase? Porque el hecho de que insulten a un niño es el reflejo de una sociedad enferma que, a causa de sus sensibilidades, se ha polarizado y descarga lo peor de sí misma sobre un menor y su familia. 

¿Qué está pasando en Colombia?, ¿por qué se meten con un niño? Por una pregunta inocente. Aquí lo importante no es que Juan Felipe haya sido manipulado o no, o se haya equivocado o no, o si dio una respuesta sin saber. Aquí lo importante es que se están metiendo con un niño y si se meten con un niño, no sorprendería a nadie que luego se metieran con una mujer, hombre o cualquier persona de la tercera edad, única y exclusivamente porque no se comparte una opinión.

El caso de Benton Stevens, en Estados Unidos, es igual. No es necesario ofenderlo o insultarlo por lo que hace; aquí lo más importante es guiarlo y enseñarle que lo que estaba haciendo no es lo correcto, desde el punto de vista de la convivencia y los derechos humanos. Reunir dinero vendiendo chocolate para construir un muro fronterizo con México, no es el mensaje adecuado ya que genera más división en una sociedad como la Norteamericana, y un niño inocente termina siendo una víctima innecesaria de la polémica política. 

Finalmente, para terminar, hay que mandar un mensaje urgente a nuestra sociedad y es el siguiente: si queremos un mundo mejor, no nos metamos con los niños. Ellos son nuestro futuro, no nos escandalicemos tan fácilmente porque no les estamos dando ejemplo y más, si usamos las redes para insultarlos por una respuesta sin importancia o por algo que hagan; dejémoslos ser niños, que vivan su infancia o no los mezclen con cosas que van mas allá de su niñez.

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