​Acerca de los diagnósticos asociados al sistema reproductor de la mujer

Actualmente se están diagnosticando muchos casos de enfermedades asociadas al sistema reproductor de la mujer, cada vez son más frecuentes en las mujeres, miomas, quistes en el útero o en los ovarios, virus de papiloma humano, endometriosis, etc.

Cuando les entregan estos diagnósticos, se mencionan tratamientos físicos asociados a pastillas anticonceptivas, hormonas y/o extracción del útero en casos graves. Es muy poca, casi nula la información y asesoría que se genera, esto deriva en un mar de dudas, preguntas, miedos y ansiedad, pues automáticamente surgen pensamientos ligados al cáncer, tratamientos costosos, interminables o de por vida, muerte, operaciones, etc.

Sin embargo no se mencionan las raíces emocionales de estos síntomas y enfermedades, estos suelen ser un reflejo de un conflicto interior que está pidiendo ser sanado. Es por esto que el proceso de sanación de la mujer debe ser integral, se debe atender el cuerpo, las emociones, lo psicológico, la alimentación.

El síntoma es la forma en la que tu cuerpo se comunica contigo para mostrarte que hay algo que no ha sido visto, que pide ser sanado, a veces son heridas correspondientes de otras mujeres de nuestra familia, y como ellas no lo han trabajado, no se han dado cuenta de la raíz del asunto, esta información nos pasa a nosotras en nuestra historia, en nuestro cuerpo, y seguirá pasando así de generación, en generación, hasta que alguna mujer de ese linaje familiar de luz a esas heridas.

Cuando una mujer pasa la vida, nos trasmite en el útero toda esta información, de heridas emocionales, abortos, duelos no resueltos, etc. El útero es como un receptor de emociones, en el guardamos la información de todo nuestro linaje femenino,

Hay toda una historia en nuestro útero, por esto se gestan este tipo de síntomas físicos, como decía [1]Dolto "Lo que calla la primera generación, lo porta la segunda en el cuerpo". Desde este punto de vista los síntomas y enfermedades son una "invitación" a que observes tu relación con tu feminidad, con tu cuerpo, con el placer, con el goce, con el sexo, con tu madre, con los hombres.

Estas heridas no se van a sanar por sacar tu útero, tomar anticonceptivos, o llenarte de hormonas, esto solo menguará un síntoma físico, más no erradicará del todo la enfermedad, lo más positivo tanto para ti, cómo para tu linaje femenino, tus hijos, si los tienes o cuando los tengas, es SANARTE.

[1] Francoise Dolto: médica pediatra y psicoanalista francesa

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