​Remedios contra la soledad

A principios de este año hablábamos de la polémica creación del Ministerio de la Soledad en el Reino Unido, y además de las cifras, los comentarios de muchas personas que nos rodean respaldan la importancia de la creciente sensación de soledad.

¿Te ha pasado que estando en medio de muchos te invade una profunda sensación de soledad? No sería raro que tu respuesta sea sí, pues según algunos estudios vivimos en una generación solitaria donde gran parte de los jóvenes de entre 19 y 22 años (generación Z) se sienten constantemente solos.

"Una persona puede sentirse sola, aun cuando mucha gente la quiera"-Ana Frank.

La enfermedad de la soledad

Al comprender que somos seres sociales entendemos que la sensación de soledad en extremo no es algo que nos ayude. Necesitamos y disfrutamos del estar solos para crear, inspirarnos o descansar, pero vivir la vida como islas impenetrables no es sano.

Un estudio publicado por la Universidad Brigham Young concluyó que la soledad sería el próximo problema de salud pública a nivel mundial, al lado de la obesidad y los problemas de consumo de sustancias psicoactivas.

Dada la singularidad de cada individuo es imposible determinar una sola causa de la sensación de soledad, no obstante, lo que sí es posible generalizar (gracias a diversas investigaciones) es que la soledad puede afectar nuestro sistema inmune tanto como el consumo de cigarrillo.

Alivio frente a la soledad

Siempre es posible dar un giro y encontrar remedio, por eso estos son los consejos en los que coinciden los especialistas en la materia:

• Aprecia la soledad:

Puede sonar un poco contradictorio, pero aprender a estar solos es un alivio importante para la sensación de soledad. No es igual estar solos a sentirnos solos, valorarnos y sentirnos cómodos con nosotros mismos es un gran antídoto porque la soledad no se mejora cultivando con desespero diversas relaciones solo por tener compañía.

Vale la pena buscar distracciones y actividades que disfrutemos por nuestra cuenta - como ir a caminar, leer, pintar…- para que las relaciones con las que contemos sean realmente constructivas y no consecuencia de una dependencia emocional.

• Ofrece una mano:

Aunque el enfoque de nuestra sociedad nos orienta a pensar mucho en el 'yo', la revista Emotion publicó un estudio que concluye que la felicidad está en otra dirección: "la evidencia sugiere que lo que constantemente hace felices a las personas es centrarse prosocialmente en los demás".

Algunos expertos comparan el placer de ayudar a otros con el placer que se despierta en nuestro cerebro cuando comemos algo delicioso como una hamburguesa, así que ejercitar esta sensación con un voluntariado en un ancianato u otra actividad altruista puede hacerte mucho bien.

• Dale la bienvenida a una mascota:

Además de ser una maravillosa fuente de amor, las mascotas nos ayudan ante la soledad porque nos aportan la responsabilidad de su cuidado y la compañía que no siempre tiene que provenir de una persona.

Cuidar a tu mascota es de cierta forma una inspiración y motivación para la vida.

"(…) Te obliga a tener una responsabilidad y una rutina, así que ya no puedes quedarte encerrado en tu habitación, tienes que salir a la calle y darle de comer" - Miguel Ángel Rizaldos, psicólogo.

¿Sabías que acariciar a tu perro aumenta la hormona responsable de tu 'felicidad'? así es. Estudios afirman que hacerlo durante 20 minutos ayuda a aumentar en un 10% la serotonina en tu cerebro (también conocida como la hormona de la felicidad).

• Valora la calidad de tus relaciones:

Estamos en una era en donde es muy fácil conectarnos con otros a través de las redes sociales, pero estas conexiones tienden a ser superficiales. La invitación de los especialistas es a que no permitas que estas sensaciones de gratificación inmediata, que duran poco, opaquen las relaciones duraderas.

Puedes encontrar amigos por internet, en el colegio o en la oficina, lo importante es recordar que el objetivo no es "tener un millón de amigos" sino unos cuantos que sean de verdad.

• Reconéctate desconectándote:

Seguido a lo que hablábamos en el punto anterior, la soledad no se alivia teniendo 1000 amigos en Facebook. Incluso el aislamiento social al que nos arriesgamos al estar más conectados con la tecnología que con quienes nos rodean, puede acentuar la sensación de soledad.

Recuerda que existe un mundo offline y que las relaciones con tu familia y amigos necesitan de tiempo y de cuidado. Además, aunque algunas aplicaciones sirvan para entablar el primer paso hacia nuevas relaciones, hay muchas personas que te rodean con las que puedes interactuar si evitas aislarte.

No siempre es necesario una conversación profunda para sentirte a gusto. Un saludo o una conversación agradable acerca de un tema como 'el clima' puede refrescarte y ayudarte a sentir mejor.

• Corta los pensamientos destructivos:

Tu vida no tiene que ser un reflejo de lo que crees que la sociedad espera de ti. Si te sientes a gusto estando sola, la opinión de la sociedad no tiene por qué hacerte sentir culpable.

Está bien si no es tu sueño casarte, tener hijos o millones de amigos, está bien que prefieras tener un circulo social más pequeño. Todos tenemos vías diferentes para llegar a la felicidad.

"Desde la psicología sabemos que cuanto más te resistes a un pensamiento, más fuerte se hace. Es como intentar no pensar en un elefante azul: irremediablemente terminas pensando en ese elefante azul", afirma el psicólogo Rizaldos.

No te obsesiones con pensamientos u opiniones negativas acerca de tu vida. Si te es difícil no ser afectada por lo que otros dicen o hacen te sugerimos apoyarte en asesoría psicológica que te permitirá desarrollar tu fortaleza emocional.

• Lanza el salvavidas a las relaciones 'perdidas':

Lastimosamente muchas relaciones valiosas se pierden por malentendidos o porque los afanes de la vida nos han impedido seguir en contacto. Es momento de buscar a esa persona especial y retomar contacto, reavivar la conexión con quien hemos sentido que es especial.

Tal vez se trata de una parte de tu familia con la que no hablas hace mucho, o un amigo que dejaste de llamar… Anímate a dar ese paso, hacer esa llamada o escribir ese mensaje puede darle aliento a esa valiosa relación.

Si la sensación de soledad persiste, no te desanimes, cuenta con nuestros especialistas para asesorarte de manera personalizada. Consúltalos aquí.

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