Paranoia constructiva, una herramienta para la vida cotidiana

Cuando el profesor de geografía Jared Diamond estudió los pueblos aborígenes de Nueva Guinea notó que nunca dormían bajo un árbol por el miedo a que se les cayera encima. No importaba lo robusto o frondoso que fuera el árbol o que el riesgo de caída fuera mínimo. Dormir bajo un árbol era poner en peligro la vida.

Esta actitud se denomina 'paranoia constructiva' y es la que intenta explicar Diamond en sus dos libros, El mundo hasta ayer y Sociedades comparadas. Se trata de extremar al máximo las precauciones en nuestra vida cotidiana para evitar un riesgo, por mínimo que sea.

Mejorar las instalaciones eléctricas de nuestra casa; utilizar una escalera en vez de una silla para alcanzar un objeto que está muy arriba; poner un tapete antideslizante en la ducha; llevar zapatos deportivos en vez de chanclas cuando estemos limpiando la casa... ¡En fin! Son muchas las medidas que podemos tomar para evitar accidentes domésticos, que son los más comunes y, por lo mismo, menos registrados en las estadísticas.

La paranoia constructiva tiene que ver con nuestras preocupaciones, porque nos permite diferenciar lo que podemos controlar de lo que no. El terrorismo nos preocupa, pero se sale de nuestras manos evitarlo. La inseguridad nos preocupa, pero sí podemos tomar medidas preventivas.

Lo que pasa frente a nuestras acciones cotidianas es que las hacemos de forma tan mecánica que olvidamos tomar precauciones mínimas. Por ejemplo, estar dentro de la ducha supone muchos riesgos, pero es una actividad diaria a la que cada vez damos menos importancia. Diamond sugiere analizar cada actividad cotidiana racionalmente y poner medidas para proteger nuestra salud y nuestra integridad. No es exageración, es paranoia constructiva.

Paranoia nivel colectivo

El término 'paranoia constructiva' también se utiliza en términos de sociedad. El analista político, Andrés Oppenheimer dice que el progreso de los países asiáticos (Corea del Sur, Singapur, India y China) se debe a su obsesión con la calidad de la educación.

Así que el autor argentino propone un ultimátum:

la ideología política de un Gobierno, ya sea de derecha o de izquierda, no es un obstáculo para ser pragmático en cuanto a la educación.

La paranoia constructiva que plantea Oppenheimer va dirigida a toda la sociedad y apunta a una 'obsesión' continua por mejorar la calidad de la educación en todos los ámbitos y compararse continuamente con países que han podido salir adelante haciendo énfasis en la educación.

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